La Izquierda del Siglo XXI. La Izquierda Libertaria.

25 de septiembre de 2006

Tres Ideas para tener Democracias Tranquilas

1) La Inmigración: Español es quien vive en España. Español es quien quiere. No hay que "integrar" a los inmigrantes, sino considerarlos españoles, porque no hay prácticamente cultura que no haya estado en España o en la que un español no haya estado. Desde América, del Norte y del Sur, hasta Asia, desde África hasta el Ártico. A diferencia de algunas estrellas del deporte que fijan su residencia en los paraísos fiscales, los inmigrantes trabajan, comen, dan de comer, duermen y sienten en España, por tanto los que sabemos que este no es el país que se inventaba la dictadura, sino el lugar de encuentro de tantas culturas a lo largo de los siglos, y de ello somos producto, no del guión del NO-DO, consideramos españoles, o sea, conciudadanos, a los inmigrantes. Conciudadanos de un mismo país, del mismo mundo. Y para que no suceda lo que en Francia y ardan miles de coches y haya que llamar al miedo "convivencia", es su derecho y nuestra obligación considerar sus culturas parte de la cultura que hemos de tener en la Democracia. Así han de ser apoyados a que tengan sus Casas Regionales, como en muchos sitios las tienen gallegos y andaluces, extremeños y vascos, las ha de tener Marruecos, Ecuador, Argentina, Rumanía, o por continentes, Centro Cultural de las Américas, de las Áfricas, de las Europas. Y no sólo en las grandes ciudades, sino en todo lugar donde empiezan a formar sus comunidades, en los pueblos, contando con ellos a la hora de programar los festejos municipales, haciendo días de la Cultura, celebrando que estén entre nosotros tantos colores y tantos lenguajes.

2) La sociedad civil. Promover el asociacionismo, el sindicalismo, promover la cultural civil entre los jóvenes más que el deporte, no en vez que el deporte. Un Gobierno verdaderamente democrático debería de estar plenamente orgulloso de que la ciudadanía se movilizara, se asociara, protestara, encontrara oposición no en los telediarios sino en debate ciudadano diario, no en el parlamento sino en las asambleas de iguales. Ningún gobierno lo hace. Ningún gobierno desea hacer a la sociedad fuerte. Con esto se le da a las derechas liberales que imploran la palabra sociedad con el único significado de mercado. Y con esto las izquierdas aseguran tener la capacidad de regenerarse y nunca traicionar a aquellos a los que dicen defender, a todos, a los todos que frente a unos pocos con mucho poder somos débiles. La derecha gobierna siempre. Gobierna su ideología en la mente de muchos seres humanos, dominan sus valores para mantener adormecidos a los iguales, someten el secretismo de sus acciones al silencio sordo de los que se abstienen de pronunciar las palabras política, ciudad, sinónimos de Democracia, los antónimos de Bolsa, Mercado.

3) La civilización. Sólo son civilizados aquellos que vuelven y vuelven a enriquecer sus orígenes. Nadie lleva la civilización a otro lugar que a su Patria, al lugar donde vive. Así nada ha civilizado ningún conquistador, ningún empleado de ningún imperio. Las civilizaciones existen en el espacio entre dos guerras. Entonces es cuando vuelven a Roma o a Venecia los viajeros. Vuelven de Oriente a Occidente, vuelven la cabeza de sus compatriotas hacia un mar que no se acaba, hacia una tierra que no es plana y cada océano refleja el cielo. Todo lo nuevo es maravilloso, existe ese don natural en los seres humanos de valorar la belleza de la diferencia antes de que los mercaderes trafiquen con los sueños. Entonces todo se pudre, todo se cubre del lodo de la malicia y las monedas se cambian siendo una el envés de la otra. Civilizar es conocer la Historia de otras civilizaciones, no tachar su pasado, no reescribir el presente hasta que llegan los rebeldes o el poder, siempre inasible del todo en las manos de los pocos, se pierde y con ello pierden a sus sociedades. Civilizar es regresar. Traer de vuelta lo mejor de los otros a los corazones de muchos. La democracia entonces es civilización, lugar donde todos se encuentran diferentes y encuentran en cualquier otro un lugar en el que ser más los muchos. A esto los que no son otra cosa que animales que tienen palabra lo mutan en sistema, en mero intercambio, nunca justo, siempre igual. Hay que entenderlo, civilización la hay en las antípodas del poder.