La Izquierda del Siglo XXI. La Izquierda Libertaria.

7 de febrero de 2007

Un disco muy interesante que necesita una producción más desarrollada.


Nada más empezar a sonar este álbum surge la idea de King Crimson, batería, y Pink Floid, guitarra, a la que le sucede la entrada de un coro deslumbrante y una producción milimétrica. El viento está soberbio en el momento de mayor despliegue de todas las potencias de la partitura, dando lugar a los únicos instantes en los que se aprecian rasgos de virtuosismo por parte de la orquesta. Esto dura 2:38 minutos, rematando con un planteamiento cercano a la obra maestra, de Veljo Tormis, Litany to Thunder. Después sonoridades perfectamente encajadas de Kancheli y Cage. La música se mantiene, pero sólo en el primer tema, en la entrada del coro, para a continuación introducir una guitarra eléctrica que no se aprovecha, mucho mejor dirigida que los excesos que se hubiera concedido a sí mismo Terje Rypdal de haber tenido oportunidad de interpretarla, y el sonido, echando en falta un contrapunto más imaginativo, se desequilibra entre un coro muy bien escrito y una composición que hace uso de tópicos en los arreglos a la vez que regala algunas soluciones brillantes, muy de Frank Zappa, con las que concluye el segundo tema.

A partir de ahí la partitura sigue incorporando detournes muy bien tejidos, pero sin riesgos, sin motivarnos para buscar en nuestra memoria auditiva razones artísticas para cada uno de los pasos que va dando la composición. Incluso la brillantez del coro (imprescindible escuchar a Hans Krasa para enumerar las posibilidades perfectamente metabolizadas que muestra el compositor) incluso la brillantez del coro da un paso atrás, a los años noventa, abandonando su intención de recorrer el siglo veinte y situarse en el ventiuno. El autor flaquea mostrando su debilidad en frases más largas y en una menor ambición vocal, con lo que hay que conformarse con el relevo, bien tomado, en ocasiones, por la sección de cuerda, mientras la partitura se decide por resoluciones acomodaticias y cae en una exposición sentimental, y no sensitiva, de las notas, resolviéndose en el mismo trasfondo de las ideas que había aventurado minutos antes, y eso, en la música -ya hace trescientos segundos- es el pasado, es antiguo.

Del último tema de la obra solo cabe resaltar el modo en que el autor mide las distancias con Eleni Karindrou, cuando se podía intuir, justificadamente, que la orquesta diera cuerpo a la unicidad de algunos acordes, y sin embargo, se opta por mantener protegido el relato intelectual de la obra, aun a costa de concluirlo sin progresos.

La escasa duración de Women from Trachis, media hora, ofrece a la audiencia los argumentos para reclamar que el compositor termine el album que cree concluído. Más discos en http://www.jamendo.com/es/artist/kostas.vomvolos/ y, es claro, el autor ha participado, como director de orquesta, en discos de ECM, el mejor sello de música en el final de la historia de la música de mercado. Escucha Jamendo. Saludos.


Reseñas.

Ogg.