La Izquierda del Siglo XXI. La Izquierda Libertaria.

16 de noviembre de 2006

La Red Hipercontextual. Parte XI.

Parte XI. Algunas formas de la construcción colectiva contemporánea.

La net semántica es un red hipercontextual en que la producción intelectual libre se enlaza, se hiperenlaza, se modifica, se transforma libremente y se mejora a través de la aportación individual en el medio colectivo. En un contexto universitario se trataría de proyectos como la wiki de los apuntes o la librería de libres que veremos más adelante, pero de ese contexto, al hipercontexto de la sociedad, la net semántica produce y recoge el ejercicio del derecho ciudadano. Una construcción es colectiva en base a una suma de contextos y subjetividades, articulados de manera horizontal, en igualdad y en libertad.

Hoy en dia la democracia está proscrita en la universidad. La universidad, como la mayoría de instituciones sociales, se articula en todo o en parte de manera jerárquica, autoritaria, intelectual y físicamente violenta, o sea violenta a secas. En ese sentido a la minoría que sostenemos la transformación del estamento universitario en comunidad universitaria nos es seguramente imposible llegar a creer que a corto plazo la educación y la enseñanza puedan ser autogestionadas. Sin embargo, la net semántica, la conjunción de wikis, enciclopedia y slashdot si puede dar lugar a una autogestión del aprendizaje. En el momento en el que uno pronuncia la palabra *autogestión* saltan las alarmas del encajonamiento mental. Sin embargo el mayor modelo de que la autogestión del aprendizaje es posible se da en la Uned, lo que pasa es que en la Uned tal autogestión está atomizada e individuada de tal forma que hoy por hoy no se suman esfuerzos de modo que se dé un hecho colectivo como el de la comunidad universitaria sino que cada alumno de la Uned ha de generar individualmente, en solitario, sus propios materiales de aprendizaje (apuntes, ejercicios, selección de los libros que va a leer) , sus propios ritmos de aprendizaje (número de asignaturas en las que se va a matricular, criterios sobre asignaturas optativas y créditos de libre configuración), su propia distribución del tiempo (objetivos a la hora de terminar la carrera en un plazo determinado de años, forma en la que puede compaginarlos) y sus propios espacios de estudio (en casa, bibliotecas, transporte público) pero que cada uno se autogestiona su aprendizaje en gran medida, es claro.

Todo el soporte que da la institución Uned al alumno es un pequeño número de tutorías, la corrección burocrática de exámenes, la interlocución de dudas puntuales y, en algunos casos, pocos, ejercicios de evaluación y alguna actividad en los centros asociados. Es por tanto, la institución, prácticamente marginal al proceso de aprendizaje. El alumno únicamente obtiene un título de la universidad, mientras que el aprendizaje, hasta ahora, ha de procurárselo individualmente cada uno. Lo que este texto propone es que a través, no sólo de la wiki, sino de todas las herramientas comunitarias libres, slashdot, libros gfdl, compartamos lo que comprendemos y lo que no, cambiemos lo que ignorábamos por lo que aprendemos.

Un espacio universitario colectivo, comunitario, que no sólo responda a las necesidades actuales de la comunidad universitaria sino que también sirva para incorporar nuevas necesidades y desarrollarlas de forma autogestionaria, debería, ojalá, contar con los siguientes elementos. Un Slashdot donde, sin censura, puedan articularse las diferentes propuestas y críticas sobre el medio universitario y no exclusivamente sobre los aspectos académicos. Una wiki de los apuntes donde los materiales individuales de estudio puedan ser compartidos, discutidos y mejorados por toda la comunidad. Una Librería de Libres donde vía web se puedan indexar y comentar los textos presentes en Internet útiles para el estudio de las distintas carreras y asignaturas, tanto con coprights de los antiguos como con licencia gnu. Y una Biblioteca de Libros de Libres donde se recojan y se pongan a libre disposición, modificación, debate y mejora los libros, trabajos y materiales de estudio liberados por profesores y catedráticos.

Tal sitio en internet facilitaría la preparación de asignaturas, extendería los puntos de vista sobre los distintos temas y la capacidad crítica y autocrítica de alumn@s y profesores, permitiría un ahorro de tiempo y esfuerzo considerables a la hora de realizar un trabajo para una asignatura o prepararse un tema de estudio (incluso se podrían hacer en grupo, un buen ejemplo de ello son los distintos proyectos de software libre donde los miembros de los distintos proyectos comentan y discuten en su propia página la realización de los programas libres), la solución de dudas, la corrección de ejercicios, aliviaría el desorbitado gasto económico en libros o en transporte y tiempo para acudir a las bibliotecas y estimularía una interdisplinaridad entre las distintas ramas de las humanidades y las ciencias, y también la comunicación entre unas universidades y otras, y universidades de distintos países, muy necesaria en estos tiempos en que se pretende que la gente no sea más que robots que estudien algo simplemente para poder pagar mañana facturas a los bancos. Gracias a internet (y también sin internet, pero bueno ;-) ) para nada de esto son necesarias subvenciones, edificios, burocracias, desplazamientos, despachos, sueldos o dirigentes.

Porque muchos alumn@s y profesores pueden preguntarse porqué la comunidad ha de ser construida de forma horizontal y libre en vez de aprovechar las instituciones y por qué no plantear la generación de estas iniciativas simplemente como una reivindicación en vez de como una realidad. Por qué perder el tiempo en construir cuando se le puede pedir al consejo de administración universitario que facilite canales de participación de este estilo que, sin duda, son beneficiosos para el conjunto de la universidad . Se trata de una discusión vieja, en la que se mezcla desde la disuasión espúrea para que la gente no haga cosas en común hasta el mecanismo estéril de la mera reivindicación sin alternativa real. Sin embargo las instituciones no entienden ni acogen los esfuerzos colectivos, cualquier estructura de poder, en sus diversas formas, necesita de controlar, censurar y establecer jerarquías por diversos medios que permitan que la comunidad en vez de que trabaje para si misma, trabaje como mano de obra barata de los objetivos educacionales de los poderes políticos, económicos o religiosos. En ese sentido la aparición de la comunidad universitaria afortunadamente disocia cierto clase de enseñanza del hecho del aprendizaje. La educación servilista, monótona, academicista, profesionalizadora, será abolida o reducida a su mínima expresión, la de rellenar los exámenes, mientras que alumn@s y profesores podrán encontrar un ámbito en el que el aprendizaje sea enriquecedor y llene a la gente en cada una de las asignaturas sin injerencia de otros intereses extraños al acto de aprender. En ese sentido un llamado también a aquellos que han sentido tanto la vocación de profesores como de alumn@s y que por las características del sistema educativo actual dejaron sus estudios, no los continuaron profesionalmente o ni siquiera los empezaron. A los alumnos que entran a regañadientes cada dia a la universidad y a los profesores cuya primera sonrisa del dia es a las tres y un minuto. Y a aquellos a los que la reciente ley del pp dejará a los catorce años, siendo niñ@s, sin ninguna posibilidad de acceder a unos estudios universitarios. Ojalá que iniciativas de este tipo sirvan para que la gente pueda aprender y luego, aunque es una cuestión secundaria, más burocrática que otra cosa, obtener un título.

La generalización de proyectos de este tipo en otras universidades daría lugar, por primera vez, a una comunidad intelectual amplia que pueda discutir, aportar y mejorar todos los aspectos del conocimiento de manera, por primera vez, libre. Hasta ahora incluso el conocimiento que era mejorado libremente era luego restringido por los diversos poderes. Por ejemplo, en muchas universidades las cátedras son auspiciadas por empresas o fundaciones de empresas privadas. No sólo los conocimientos que se imparten sino el aprendizaje al que llegan esas cátedras o departamentos universitarios pasan a formar parte del patrimonio empresarial privado. Un objetivo de la lou es ese, al abrir la financiación de la universidad pública al capital. Fundamentalmente tal proceso se da, por encima de los intereses o justificaciones formales que se den esos elementos, porque en el mercado del capitalismo no hay más cauce que el intercambio de lo privado en el lugar de lo público. Lo colectivo, el espacio de tod@s, no interesa. Pero si la comunidad es capaz de elaborar un cauce en el que el conocimiento no sea herramienta de competitividad o de guerra, sino que la mejora sirva tanto al objeto de creación como al conjunto de la ciudadanía, sin exclusiones, el espacio, ocupado, o no, de lo común, se transforma en la situación de lo común, lo real.

Básicamente la gente piensa que para qué van a participar ell@s en algo si el resto de la gente no lo hace. Es así de simple. Para qué vamos a hacer nada por los demás si los demás no hacen nada por nosotres. Pero la novedad que implementó el software libre a finales del siglo pasado y que resulta paradigmática para la construcción colectiva, y que ahora redunda en una nueva cultura de la solidaridad y del cooperativismo, de la colectividad, es que las aportaciones dejan de hacerse con un fin asistencial, mutual, filantrópico, para pasar a ser el elemento único e integrador de la materia del objeto común. Por eso, en definitiva, no sólo los estudiantes llamados por un egoísmo inteligente a participar de una construcción colectiva que les permita mejorar sus notas, el interés por las asignaturas o la comprensión de sus estudios, sino también profesores y catedráticos pueden sentirse llamados a formar parte de una comunidad universitaria, por paradójico, y poco paradójico, que parezca. Porque al final se trata de eso, si la gente aprende y enseña para trabajar para los bancos, o si hay algo llamado sociedad, con una serie de valores que vale la pena enriquecer y que necesita que las personas no sólo aporten algo, sino que, sobre todo, tengan la oportunidad de aportarlo libremente.

Giya. (Verano de 2002).

Si quieres saber (aprender) más, puedes leer:


Biblioteca Digital y Web Semántica, por Carolina García Cataño y David Arroyo Menéndez.

Traducción aL castellano de la GNU Free Document License 1.1 (GFDL)

Moderación es un Slashdot

MiniFAQ sobre la moderación de Barrapunto

Propiedad intelectual, copyright, patentes, por Aris Papathéodorou.

Las alarmas del profesor Antonio Vaquero, VV.AA.

La Web como memoria organizada: el hipocampo colectivo de la red, por Javier Candeira.

Análisis de los discursos del mas exitoso lider neonazi de los últimos tiempos: Austria, desde Freud a Haider. Por P. Sneh.

Filosofía del Proyecto GNU

15 de noviembre de 2006

La Red Hipercontextual. Parte X.

Parte X. Virtudes de los solares.

Al liberar un espacio, por pequeño que sea, de lo superficial, ese espacio se hace más hondo, más profundo, caben más personas, caben personas. Todo lo que se construye libremente hace más libres a los que construyen y pone más libertad más cerca de todos los otros. El problema es que las instituciones hacen uso de un espacio diferente de los valores que las sustentan, por tanto se hace imposible construir en las instituciones y únicamente queda generar en el -solar- donde están los valores. Por ejemplo, en el seno de una universidad, la Uned, que no sólo reproduce los esquemas jerárquicos comunes, sino que en esa verticalización además existe una gran distancia geográfica, temporal, entre cada uno de los estadios de esa jerarquía, tal espacio físico está abolido: la universidad, en la Uned, únicamente se encuentra donde uno estudia, donde uno lee, donde uno aprende.

Es en virtud de esa atomización que l@s alumn@s tenemos tan poca incidencia en el desarrollo de nuestra universidad y fundamentalmente porque las características de la sociedad moderna están en la institución Uned consolidadas, cuando, por el contrario, la universidad debiera ser precisamente un espacio crítico de la sociedad moderna. Quizás por eso, irónicamente, sea también "la universidad del futuro", dada la atomización, ausencia de participación y falta de valores e ideas generados en común que caracterizan a la contemporaneidad. Desgraciadamente, la institución atomiza y hace de sus usuari@s súdbitos en los que la universidad parece no tener más lugar que en la particularización individual de las realidades parciales de las notas o los estudios.

Hay un primer problema por tanto, si los estudiantes estamos interesados tan sólo en aprobar las diferentes asignaturas o estamos también interesados en las condiciones sociales en las que el conocimiento es generado. Lo que nos remite a un problema mayor, la razón por la que la gente estudia o aprende. Si el deseo es únicamente el de obtener un título o satisfacer una inquietud personal, o si l@s estudiantes creemos que aprender ayuda a mejorar la sociedad en la que vivimos. Habría en principio que pensar en que, al estudiar en la Universidad Pública cada alumn@ debiera de tener más o menos claro que es la sociedad en su conjunto, no sólo a través de los impuestos sino también a través de unos valores, la que hace posible que una minoría pueda seguir unos estudios y completarlos. Lo justo sería pensar que los futuros licenciados devolverán, de algún modo, esa preparación y aprendizaje a la propia sociedad. Coherente con eso sería razonable pensar que, por ejemplo, sólo los licenciados en medicina por una universidad privada podrían ejercer en el “negocio sanitario”. Socialmente debiera no gustarnos que una persona formada en la universidad pública desee trabajar para la empresa privada. Sin embargo, ni en todo ni en parte se acepta ese compromiso y una gran masa de estudiantes se desentiende tanto de las condiciones de explotación de conocimiento, como de la supeditación de los medios de producción intelectual a los intereses de los grandes poderes. Muchos alumn@s van a la universidad simplemente para poder adquirir una capacitación profesional que permita a las empresas obtener mayores beneficios a costa suya. Luego la universidad deja de convertirse en un privilegio, que para dejar de serlo debiera de ser correspondido con un cierto compromiso con los valores positivos de la sociedad, para pasar a ser un centro gratuito (para las empresas) de formación de personal. En tal concatenación de intereses la mayoría de alumnes de humanidades somos prácticamente innecesarios, prescindibles, al igual que nuestros conocimientos, incluso los que tienen una formación científica o técnica amplia son relegados dado que hay la tendencia de adecuar cada vez más la formación académica a las labores concretas en las empresas. Tema este que, aunque se aleja del objeto del presente texto, debiera dar que pensar a la hora de reflexionar primero cual es el concepto que del ser humano tiene la ideología capitalista y cual es el futuro del ser humano una vez que el progreso tecnológico deja obsoleta su capacitación profesional o académica. En definitiva, lo colectivo en sus diversas manifestaciones no es una prioridad para las instituciones, ni siquiera deseable. La labor de las instituciones sistemáticamente se centra en individuar, particularizar y atomizar.

14 de noviembre de 2006

La Red Hipercontextual. Parte IX.

Parte IX. Descomposición de lo real y “edificación” informativa.

Cuanto proyectamos lo soñamos. Se trata, pues, no de una elaboración cuantificable, medible, pesable, sino una creación. No se construye simplemente luchando contra El Otro, sino que se lucha para poder generar al menos un mínimo de condiciones para poder crear. También, en cierto modo, el verdadero, contra simplemente El Otro ni se lucha ni se construye nada. El hecho de que la historia haya sido vuelta a escribir por unos cuantos - y ya van...-explica que lo gregario pretende ser lo colectivo y lo pasajero igualmente de lo real, llevado de un lado a otro, puesto junto a la información sólo cuando le es útil a esta. Lo real se convierte en una especie de retórica de la información, un ejercicio retórico que supone la impostura de tomar lo superficial por lo real y luchar ahí donde no sólo se puede caer en nada. La superficie además de otra cosa. De igual modo luchar contra la retórica explica una realidad común a otros, mientras que un estilo sólo da cuenta de una realidad, la de uno, que es la que todos, cada uno, tenemos.

Así que desde ese punto, antes de la superficie, hay, al menos, dos maneras de enfocar el aprendizaje o el conocimiento de lo real. Un modo es generalizar, escribir desde un sentido que dé por sentado que tal sentido es común. Otro modo es concretar de forma que eso produzca un proceso dialéctico en el que los objetos son subjetividades. Sin embargo la información se confunde entre los pedazos de realidad; la realidad, toda, el trozo que de ella tiene cada uno, y la forma en que el tiempo erosiona ese trozo haciéndolo un objeto que es llevado por el poder de un sitio a otro.

13 de noviembre de 2006

La Red Hipercontextual. Parte VIII.

Parte VIII. El socialismo de la lectura.

En la net semántica se produce el choque de dos funciones clásicas de la lectura. Hay una lectura en libertad, hipercontextual, a la que nos referiremos a continuación, y hay una lectura limitativa que busca condicionar sentido y trayecto. El lugar de la lectura es tan básico en el saber humano que las condiciones de esta pasan a ser tecnologías culturales, como lo es el libro. Luego las arquitecturas web no son una cuestión que sólo atañe reflexionar o decidir a diseñadores, empresarios o webmasters, sino que quizás deben de estar presentes en la discusión política, filosófica y antropológica de nuestro tiempo, dado que se va a tratar de la herramienta cultural más poderosa de la contemporaneidad, mayor que la televisión. En un plazo más o menos breve la inmensa mayoría de la lectura de la minoría alfabeta funcional de nuestro planeta será vía web. Y ya hoy esa lectura presenta fenómenos característicos que transforman hábitos y significados.

Cualquier persona con un mínimo de sentido democrático puede darse cuenta de cómo se articulan las webs fruto de comunidades y cómo se teledirigen las webs institucionales, empresariales, las de organizaciones jerárquicas. Mientras que la participación es característica de las primeras (ya desde el mismo uso del software libre que se utiliza para su confección) la mera presentación de contenidos limitados con trayectos restringidos es norma en las segundas. El enorme peso de la primera opción ha hecho que desde el campo institucional se abandonen conceptos como “interactividad” (muy de moda hasta hace muy poquitos años) por las tecnologías “dinámicas” que permiten individuar el control a cada usuario. De nuevo aparecen los compartimentos estancos en los que una noticia, por ejemplo, tiene un estatuto muy diferente a su discusión o a su comentario. El uso de foros apartados con el fin de que la lectura no pueda alterar la “naturaleza” de la información. La discriminación entre “aquello que ha de ser leído por todos” y “aquello que sólo puede escribir uno”. La opinión, entonces, o es una insignificancia o es un ministerio, adulterando de ese modo la naturaleza, esa sí, de la comunicación y por tanto de la lengua.

Contra eso un slashdot es un modelo de escritura y lectura horizontales, no es un mero foro, sino la fundamentación de que en los espacios radicalmente democráticos lectura y escritura se construyen de fin a principio, desde el lugar de la persona hacia el ámbito de lo común. Algo escrito lo es por razón de que todos pueden escribir en igualdad, de que todos pueden comunicarse, de que la lengua es un medio horizontal, no un instrumento vertical que una serie de mediocres emitirían y otra serie de mediocres recibirían. El uso vertical de la lengua es una de las causas de la disuasión participativa. En ese uso las personas se ven compelidos por su silencio o por su manifestación a reproducir el discurso dominante y lo colectivo se masifica. En ese contexto se hace imposible incluso una escritura o una voz disidente puesto que tal comunicación no se da en un medio neutro sino en la herramienta de dicho discurso, que está apoyada y forma parte de la esfera de interés de cada uno de los estratos de esa jerarquía. O sea, es simplemente una ilusión pensar que uno puede manifestarse libremente donde no todos, o sólo unos pocos, pueden hacerlo con los mismos derechos.

La lectura de un texto gnu (que en ese aspecto sólo se diferencia, en la práctica, del slashdot, en que el derecho parte de una licencia y no sólo es tácito) es una lectura que se escribe a si misma. No sólo una lectura interactiva de la que se recibe y a la que se devuelve, sino una lectura que produce conocimiento y a la que se reproduce con aprendizaje. La mejora de un texto gfdl vendría a ser una autocrítica del propio objeto.

En la práctica, el hipercontexto semántico, el conjunto no de información sino de escrituras en plural, es la realización del hiperrelato propuesto en la postmodernidad, la navegación, la extracción de una lectura singular que se construye progresivamente a través de saltos, de hiperlinks y que sin embargo preexiste y está presente simultáneamente en la net para muchos otros lectores y para la construcción a su vez de muchas lecturas. Tal navegar en lo que lee sería un sumergirse, una profundización constante, característica del aprendizaje. Sin embargo tal hiperrelato no es cuantificable, no cuenta más que con el presente, la suma de diferencias que generan una excepción, es un relato que no puede explicarse coherentemente puesto que desconoce su principio, pero que, por tanto, al no estar cerrado ni por un lado ni por el otro, conserva toda la movilidad, el crecimiento y el desarrollo del conocimiento.

Nota: Este texto, escrito en el año 2002, adelantaba lo que luego sería la transformación de la web en la Web 2.0. Los Blogs son un buen ejemplo de cómo ha evolucionado y se ha desarrollado el uso comunicativo en Internet.

12 de noviembre de 2006

La Red Hipertcontextual. Parte VII.

Parte VII. Lo que a nadie parecía.

La producción para el uso del pistolero con el que Hawks presentaba una comedia de los fantasmas de la mentira, el cinismo y la hipocresía, es reiterativa del espectáculo contemporáneo de la comunicación. Ni siquiera paradigmática puesto que el espectáculo no genera paradigmas sino repeticiones. Tal sociedad cree -que no crea- a personajes sobre el escenario, individua a la masa, la cree - la recrea- consumidora de información y no creadora de situaciones y de lugares en los que aprender. Lo real (lo inverso del espectáculo), o sea mucho más y mucho menos que lo posible, es ayudar a generar espacios donde el aprendizaje se dé y se reciba. Y eso es tanto así en un ámbito universitario, educativo, como en cualquier otro espacio *real*, porque ni siquiera en lo que le es exterior al espectáculo, o sea, en su superficie, se aprende ni se enseña. Por tanto es una propuesta para crear espacios nuevos, quizás en solares donde no es posible partir de cero, quizás ya en ninguna parte es posible partir de cero y los espacios son sólo distancias entre una ciudad y la misma, pero aún no habiendo vacío hay huecos, situaciones, momentos que están a la inversa de esa superficie y en los que las comunidades pueden construir y pueden construirse a si mismas.

Una sociedad global, planetaria, se constituiría en la ciudad común, que dé igual estatuto de ciudadanía a tod@s, que articule las diferencias culturales, lingüísticas, personales incluso, a base de contextos progresivos, que la estructuran, que generen intersecciones no como cruces sino como plazas, espacios de encuentro, de entendimiento. Pero la ciudad mundializada, la aldea de la globalización capitalista, ejecuta contextos únicos, no plurales y no singulares, univocidades, conformaciones, continuidades, repetición: en esa máquina simple cultural no hay fueras de contexto y al haber un único contexto -redunda- la diferencia se traduce rápidamente como error ajeno, del “otro”; es la máquina que no produce nada que no pueda asimilar, pero también al revés.

11 de noviembre de 2006

La Red Hipercontextual. Parte VI.

Parte VI. Entender lo que no vemos.

Veremos entonces esa revolución donde cualquier creación personal será, de hecho, colectiva. También porque la diferencia entre creer y crear -es sólo de una A- es la diferencia entre informarse y aprender: se cree a través de una imposición repetitiva de cierta información y se crea, sencillamente, aprendiendo.

Es la importancia de luchar porque la materia del aprendizaje tenga una licencia gnu para que el sistema educativo y su re-reproducción melliza en un contexto de globalización cultural no haga de su discurso un mass-media. Como en el film de Howard Hawks la vertiente "educativa" -informativa- del pensamiento único es *producción para el uso*. Aprender meramente "lo práctico" y pretender que sólo lo que es inmediatamente práctico es útil a la sociedad, y por lo tanto serviría de progreso a esta, es forzar una paradoja sustancialmente recuperable por el sistema como lo son las huelgas a la japonesa. La no practicidad real de ese tipo de acciones está determinada primero porque la producción es la producción de lo que el sistema quiere que se produzca y porque está sujeta a coyunturas y no, en fin, a la situación real de fondo. La marginación sistemática de la filosofía, la mediocridad rampante en todos los ámbitos donde los sujetos alienados ante la creación sólo saben creer o no creer, y no crear, la homogeneización de cada fragmento discursivo hasta hacerlo fácilmente trasladable a cualquier otro de los medios reproductores de masas. La educación convertida en ese mass media le es útil al pensamiento único, cada universidad, cada instituto, cada colegio del mundo global producen para que el sistema cultural, social y económico injustos continúen su reproducción no de conocimiento sino de una información homologable, sin densidad, asimilable, digerible.

Sin urgencia, ya casi todos vamos naciendo después de que se inventara el televisor. Pero no como reacción sino porque el verdadero progreso está de este lado y no de ese, la cultura, la propia naturaleza de una comunidad humana crean herramientas culturales para que se conserve lo posible del ser y del estar. Nada más humano, más culturalmente radical, que una comunidad semántica, y nada más realmente que su articulación en lo humano como humanidad a través de ese progresivo que son los hipercontextos semánticos, en los que la comunicación se construye a través del proceso del aprendizaje, no del mecanismo de la información. Sin redundar: hay comunidad donde existe comunicación, hay comunicación donde hay sentido y más sentido donde hay sentido a cada sema, a cada miembro de la comunidad: quizás las personas se entiendan entonces más justa y más libremente, en cualquier caso lo posible.

10 de noviembre de 2006

La Red Hipercontextual: Parte V.

 Parte V. De una federación libre de pensamientos libres.

Mejorar libremente algo es la mayor forma de rebedía que existe. Una de las razones de finitud de la red hipercontextual y de la no infinitud de su contextualización progresiva es la lengua y cada una de las lenguas. Para creer que nos comunicarnos traducimos el lenguaje a información, pero para comunicarnos libremente, por tanto, también, afortunadamente, a veces también erradamente, traducimos el lenguaje a nuestra lengua. Afortunadamente pues una libertad llena de errores (sólo lo perfectible puede ser libre). No existe más sinónimo que el que se da entre traducción y lenguaje y sin embargo sus aplicaciones prácticas se multiplican y terminan empiezan por permear desde la relación del sujeto con el objeto, hasta los límites de lo posible de la lengua y de la traducción. Una de las mayores revoluciones, de las mayores transformaciones radicales que se está dando en la contemporaneidad, es la aplicación de licencias gnu sobre la producción de la lengua, de nuevo, el lenguaje. No sólo el que a medio plazo, por ejemplo, ningún lector vaya a leer un libro escrito originalmente en otra lengua cuya traducción no tenga una licencia gfdl, sino que las licencias gnu replantearán el problema del conocimiento y devolverán a ese espacio olvidado, ahora y no antes innominado, a la palabra aprendizaje. Cualquier producción intelectual bajo licencia gnu explica que es libre porque es perfectible, que es libre precisamente porque es perfectible de diversas maneras y que es definitivamente libre porque lo que no es posible es alterar su naturaleza pretendiendo que sea perfecta, o sea, no modificable libremente. De tal modo, también, cualquier acuerdo entre iguales, cualquier decisión en una comunidad humana llevará una licencia gnu, tanto asociativa u organizativa como de construcción colectiva. También porque la libertad parece que a lo largo de la historia sólo ha sabido protegerse o salvaguardarse de manera totalitaria, defendiendose en muchos casos a través de leyes o situaciones violentas, totalitarias por tanto, en las que aquello que se defendía desaparecía simultáneamente a la manera en que se establecía su defensa. Sin embargo la licencia gnu proporciona un espacio de derecho, no sólo de obligación, también libre, un derecho no exclusivo, o sea que no excluye a ninguna de las partes y sobre todo que permite la coexistencia de subjetividad: objetividades: tanto mejoras, como diferencias, como errores y como normas. Posted by Picasa

9 de noviembre de 2006

La Red Hipercontextual: Parte IV.

Parte IV. Renotti inventó el teléfono.

Gracias a Renotti podemos hoy conectar un modem a la linea telefónica y acceder a internet. Internet es un volcado del universo informacional en el que todo, incluso el propio tránsito, se elabora como información. No sólo se navega entre información sino que también lo que navega es información, lo que viaja y el propio viaje, el destino y el punto de partida. Desde los emoticones, que dentro de no mucho tiempo estarán entre las normas de ortografía de la academia, y que tratan de convertir parte de aquello que era inaprensible de la lengua escrita, gesto, tono, pronunciación, en información inserta en el texto mismo como una palabra más, hasta el sinnúmero de logs en todas partes que produce visitar simplemente una página de internet.

Y es que es tanto simultánea como básicamente estable en el tiempo. La información está presente a la vez y a la vez tiene una estructura que será básicamente estable durante un periodo de tiempo continuado. Es imposible saber además si pertenece a un presente más o menos cercano o si forma parte del pasado debido a su obsolescencia, a su revocabilidad o, meramente, a que la propia información no nos informe de en qué en momento y circunstancia fue producida. Esto, aunque aturda un poco las coordenadas clásicas con las que la información se elabora de forma tradicional, es básicamente, de determinada forma, un medio de democratizar ese acceso, dado que pierde el estatuto para el cual la información o la opinión son conformadas, una inmediata aquiescencia, para convertirse simplemente en elementos dialécticos si hay una suficiente variedad de puntos de vista críticos y diferentes entre sí. La igualdad de acceso dificulta la reproductibilidad de los discursos dominantes y en tanto en cuanto no se establezcan rutas jerarquizadas de navegación (como proponen algunas ideas provenientes de eeuu a la hora de construir redes paralelas a internet exclusivas para páginas comerciales y de pago) cualquier página de internet estará, en principio, en igualdad con todas las otras.

¿A qué nos lleva esto? A que durante un cierto periodo de tiempo, previsiblemente no mucho más, aún será posible consolidar proyectos independientes, cooperativos y sin ánimo de lucro. La aparición de nuevas redes de net como la anteriormente citada y la imposición de legislaciones posiblemente limitarán las estructuras comunitarias en la red, sin embargo los proyectos consolidados garantizarán que el espacio de red que permanezca liberado sea la de internet, lo que ahora se funde permanecerá, y de algún modo las empresas, páginas comerciales, burocracias institucionales electrónicas se verán obligadas a trasladar sus webs a redes mucho más controladas y con un acceso sin libertad y sin más derechos que los de *consumidores*; es impensable, por ejemplo, que cierta generalización de la domótica se pueda dar usando una red con las características de internet.

Luego, quizás, una de las cosas que están ahora en juego para la libertad es garantizar que internet permanezca por fuera del discurso masivo, un exterior del que las corporaciones se hayan retirado ante la imposibilidad de monopolización del medio y ante la pluralidad creciente sin ánimo de lucro. Pero sin embargo muchas de las características del proceso de desaparición de la red y su transformación en medio de mercado se están dando, reescritura constante de los fines de las comunicación, maquinaria rumorológica productora de contenidos en el vacío, ministerios de no lengua, y una proyección social de que hay un internet erróneo construido con diferencias que no se saben o que no debieran saberse.

8 de noviembre de 2006

La Red Hipercontextual. Parte III.

Parte III. Diferencia entre error y diferencia.

Hay un pacto, prácticamente unánime, para que tanto la realidad como la lengua sean inteligibles. Según esa doctrina totalitaria la diferencia no existe sino por oposición, o sea una diferencia que el sistema absorbe con una facilidad tremenda puesto que lo diferente lo es por mero contraste a la norma, a lo normal. La norma pareciera que preexiste a cualquier acción tanto que la confirme como que la difiera. La diferencia sin embargo quedaría como mero presente, no tendría otro pasado que la norma ni otro futuro que formar parte de ésta ante la siguiente diferencia. La inteligibilidad requiere, según eso, una exclusión de contextos, una prefiguración común a priori, o sea, una imposición, de sentidos y significados, y una limitación semántica que dé lugar a tópicos y a hiperelatos retóricos (mithos). Lo que a un sistema totalitario le es imposible absorber es el error. El error no cuenta siquiera como diferencia. El error es inteorizable porque pertenece completamente al ámbito de lo real, constituido más allá de las diferencias, donde el sistema no llega, a las subjetividades, incomprensibles para las mentalidades y discursos totalitarios. La lengua no ha de ser real según eso, no ha de tener faltas de ortografía, palabras mal pronunciadas, construcciones gramáticales en las que las diversas categorías, conjunciones, preposiciones, nombres, artículos, adjetivos, tengan en ocasiones una difícil identificación, o sintácticas, sujetos y predicados confundidos, ausencia extrema de un lugar claro del singular y del plural en la frase, significados completamente inversos al pasar a completar su sentido en el medio y el contexto. La lengua sería únicamente objeto de manipulación, no de transformación. La lengua de la norma entonces no nos habla de la realidad sino que nos informa de ella porque abole todo lo que no es *sujeto* dentro de una cierta clasificación taxonómica. Es como si mirar un bosque fuera lo mismo que mirar un bosque por televisión, ver por los ojos de los otros, por razón de estos. Aún así, mientras, los discursos dominantes dan una vuelta más de tuerca en ese proceso y pasan, cada vez más, a "informarnos de la información", de ese pacto, tan tácito como constitutivo de la ciudad moderna, ya no se salvan ni los niños, los cuales tienen a su disposición un discurso dominante con el que les va a ser siempre posible entender cualquier cosa, aunque ya, desgraciadamente, no cualquier cosa: en una sociedad jerárquica sus miembros aceptan ser tutelados, no responsables, poco participativos, inmaduros para la ciudadanía, en tal sociedad los niños no son diferentes, sino que o no son niños o son un error.

Nos quejamos mucho y con mucha razón de la constante manipulación de la información. Pero nadie se queja de la manipulación de la lengua, del modo en que la cultura educa para manipular la lengua de los otros y, sin embargo, paradójicamente, aceptar sin crítica el modo en que se pronuncia la propia. Lo que entendemos, lo que comprendemos y lo que no, no es a menudo más que el final de un proceso de manipulación inconsciente y su principio.

Luego lo inteligible está en contra tanto de lo real como de la lengua. El problema es que junto a lo real y la lengua no estamos del todo ninguno, el universo informacional es más basto que la realidad y que la propia lengua y es en ese universo donde las cosas parece que suceden o se suceden. Pretender estar donde no debemos estar sería, seriamente, autismo.

Por eso contra el totalitarismo la diferencia sigue teniendo un valor positivo, político, ciudadano. Eso es así puesto que los sistemas totalitarios de ideas procesan la diferencia continua como un error, pero siempre siempre ajeno, no propio.

7 de noviembre de 2006

La Red Hipercontextual. Parte II.

Parte II. Las alas de la mariposa.

Algunos dirán que la información es necesaria precisamente donde no podemos acceder a la realidad. Necesitamos información de aquello en lo que no tenemos existencia, desde un espacio geográfico distante y que es inaccesible, al casi infinito de acciones, casi infinito puesto que no hay un parámetro cognoscible que pueda *en realidad* evaluarlas, que se desarrollan simultáneamente en, al, mismo tiempo. La simultanedad de acciones y situaciones en el tiempo es el argumento principal para revocar la teoría morbosa, y extremadamente popularizada con intención de revestir de nuevo de un caracter mítico y cuasi-religioso a la ciencia, del movimiento de las alas de la mariposa. La probabilidad de la excepción no deviene de una de las alas entre un millón, sino del conjunto de todas: en la realidad excepción lo es todo.

Aún así la información propone que una sola de las mariposas sea la real o causa de lo real. Que el movimiento de sus alas, aisladas de todos los demás movimientos anteriores o posteriores y simultáneos en el tiempo, produzcan, hayan producido o vayan a producir un acto real. Para la información un sólo sujeto, acción o situación son productores no de realidad, sino de la realidad. Es más, la han generado y han generado no cualquier realidad sino una que prácticamente sin presente, y con un pasado y un futuro que únicamente la continúan, vertebra todo lo otro de lo real, lo accesorio para la información. En esto se asemeja mucho al discurso dominante de la Historia para el cual lo real o es un acontecimiento o es una anécdota y lo que no es tal, o no coincide, no existe en la práctica. La información en sus diversas variantes contemporáneas, ciencia, historia, formación académica, es una relación, un inventario, sistemático de exclusiones. Aceptar esas reglas del juego supone únicamente discutir sobre qué se excluye y qué no, reforzando un discurso dominante que permite incluso variar la información, introducir elementos nuevos o discutirlos en ésta, pero no transformar la realidad, ni mucho menos.

Parecería entonces que ese orden de cosas pone de un lado a l@s que están con la realidad y de otro a los que están con la información. Pero el problema es que tod@s hacemos inteligible al mundo generando nuestra propia información sobre él. Lo que otros dicen, o el lenguaje mismo, cuanto más se parece al que tod@s dicen, o el que en tod@s habla, tiene una posibilidad mayor de aceptarse comunmente como un fiel reflejo de la realidad, la realidad misma o el lugar de ella. Lo real, para la información, sería aquello de lo que una mayoría está informada, lo que es manipulado de modo que una mayoría lo entienda, lo reciba. Eso genera un mecanismo perverso y totalitario en el que, por ejemplo, los grupos que controlan la información producen una mayoría, pero no una mayoría de opiniones, sino una mayoría con una única opinión que matiza, centrífugamente, su homogeneidad. La unidad, ese fantasma político del fascismo que es transversal, como el fascismo mismo, a ideologías, organizaciones y grupos culturales y sociales, hace el resto conformando receptáculos estancos dentro de la ciudad profundamente gregarios aunque aparentemente dinámicos. La soledad, en ese sentido, es a la libertad lo que la masa es a la sociedad. La sociedad se atomiza y reproduce los elementos políticos de la ciudad moderna, representación, jerarquía y poder, allí donde los espacios aceptan en todo o en parte esa cultura.

Lo político en un sentido mucho más amplio que lo político a trozos (lo político de los partidos): derecha e izquierda son reinterpretaciones del significado de lo autoritario y lo antiautoritario. En términos de sociedad el sentido de estos es anterior al sentido parlamentario de derecha e izquierda que viene de la revolución francesa. Pero lo autoritario y lo antiautoritario son también elementos ideológicos tranversales en la sociedad, de raíces muchísimo más profundas y que se encuentran en culturas, ideologías, grupos sociales, políticos o económicos de todo tipo. La información sería una forma del autoritarismo y el aprendizaje una forma de lo libertario, de lo antiautoritario. El extremismo es, entonces, una saturación informativa, brutalmente superficial como todo lo identitario.

6 de noviembre de 2006

La Red Hipercontextual. Parte I.

La Red Hipercontextual. Contextos Progresivos en la Net Semántica, por Giya. Texto con Licencia GNU/GFDL y sin secciones invariantes.

Parte I. A los que leen para informarse.

A medida que la realidad se retira del mundo la información copa los espacios vacíos. La información, aquello que queda en el lugar de lo que durante siglos se nombró más prudentemente como "conocimiento" hace, para la mirada, inteligible el mundo, pero ¿qué mundo? la realidad se retira de la playa como un mar que se secó; así: ¿porqué nos miramos directamente del mundo a los ojos en los espacios, precisamente, donde no tenemos ninguna información...

Una teoría radical sobre la info quizás nos diría que la realidad no ha cambiado un ápice en todos estos siglos, cientos. Substancialmente la misma explotación del hombre por el hombre, las mismas estructuras jerárquicas producidas y producidas, idénticas preguntas para el ser humano cuyas respuestas en realidad terminaron por ser almacenadas no junto a las preguntas, ni afortunadamente en lugar de ellas, sino lejos, durante un tiempo como información, a veces como conocimiento, o su hueco, la falta de el.

El proceso culminó en el siglo XX, dándose un cambio de era del que nos encontramos ahora en su principio. Durante la antigüedad, o sea todo lo anterior a la bomba atómica, las preguntas sobre la realidad no encontraban respuesta definitiva y eran siempre las mismas, formuladas de diferentes modos, tratando de producir respuestas distintas que a su vez produjeran una grieta en ese sistema finito que es una lengua. Tal método de funcionamiento filosófico y tecnológico era, en el fondo, profundamente positivo ya que en su propia imposibilidad se encontraba el germen de un motor creativo a todos los niveles, desde el arte, hasta el arte de construir casas, entre ellas, puentes. Pero en el siglo XX la semilla, el árbol, ilustrado, produce unos frutos seguramente indeseados y la gente deja de hacerse preguntas sobre la realidad para pasar a hacérselas sobre la información. Sobre la base de la información, y no sobre la base de lo real, las preguntas sí tienen una respuesta que hace desaparecer la pregunta y ocupa a la vez su lugar. Ahora hay quien se mira, muchos, casi todos, no contra la hidra, sino contra el phantome de la humanidad que se mira al espejo y ve una hidra: en la caverna, el fuego, aquel que no iluminaba nada, servía para que pudieran mirarse solos sólo a las sombras.

La consolidación de ese mecanismo es internet. Una construcción paralela al mundo, idéntica, aunque reducida a un número de elementos mucho menor para hacerla inteligible: la parte de lo mismo que es todo. No irreal y no falsa. La evacuación del mundo, al completo, de una tacada, a la información. La intención de ese proceso es que ni siquiera en el futuro sino ya, en el presente de veinte, diez, un año, la realidad sea mimética al universo informacional. Lo real, ya lo es, pero lo real tendrá apenas un estatuto de fundamento de la información, no al revés, ni serán iguales.

La información no puede ser más que lo real, no debiera querer ser ni lo real ni otra cosa que lo real, y no es en realidad sino mucho más y ese es uno de los problemas a\de los que nos enfrentamos.

Luego ese proceso en marcha es profundamente peligroso, pues es una reinvolución, la informacional, que grita sin voz y sin gesto; que deja las cosas "como la gente cree que están". Una negación, que será real, o sea que incluso dejará de negarse, de los espacios que genera la subjetividad, y, simultaneamente, un mundo en el que lo aparente dejará de ser la mera superficie de nada, puesto que no encontraremos superficie de otra cosa. Que el sujeto no sea capaz de diferenciar la realidad de la información supone el enterramiento del significado de la palabra humanidad, tantas veces víctima en los comportamientos gregarios, pero que la información quede donde la realidad se retira, convierte al mundo, y al ser humano, en un mero ejercicio de binarios al modo de matrix, si no -no- enteramente.

Antiguamente la información, el conocimiento, partía de la realidad, luego tomaba un camino muy distinto, tanto que la realidad quedaba a salvo puesto que la información la hacía irreconocible. Un arte que fuera útil por igual al que lo produce que al que le es producido, una artesanía. Hoy sin embargo, ni siquiera mañana, el Poder intenta que sólo exista lo que se sabe y, lo que es peor, que cada cosa que se sepa, o crea saberse, quede en el mismo lugar de otra cosa que se sabía antes. Esa lógica es la del progreso científico contemporáneo. Sólo se sabe lo que no tiene después, lo que "hasta aquí hemos llegado". Cuando la realidad, que no se sabe dónde está, pero que preexiste a todo el constructo cientifista, contradice ese saber, la información no se inmuta y sólo se da por sabida si hay un saber nuevo que ocupe el lugar del anterior. Es la lógica de "no se abandona una teoría hasta que hay otra mejor". En ningún momento el progreso pasa por saber que no se sabe, ni por saber que algo no es, aún no sabiendo qué es exactamente. El problema es que ese saber que no se sabía, esa especie de consciencia de los límites de la información, su irrealidad, y el consiguiente asombro ante lo real ante "aquello para lo que no se tenía información previa" eran el motor del aprendizaje. Antes se creaba saber, se creaba más realidad en lo real, hoy simplemente se edifica más información y la información, como todos sabemos, no puede aprenderse, tan sólo saberse.

Todo esto no es sino parte del panorama potencial. Hay otras potencialidades y algunas muy positivas que veremos a continuación. El problema es que unas y otras observan una progresión geométrica, y que tanto la realidad como la información progresen más rápidamente que el ser humano, es el fundamento de que el ser humano esté perdiendo la noción de la primera como ya pasó con la segunda.

5 de noviembre de 2006

La Generación en Comunidad. Parte VIII.

Parte VIII. Conclusión: Se le acabó al ministerio el negocio de las centraminas.

Crear una comunidad universitaria no es algo que se pueda hacer de un dia para otro, aunque la diferencia entre la situación actual y la situación que podría generar en el futuro esta comunidad sería casi como el paso de la noche a la mañana. Sin embargo ya su discusión y debate puede ir dando los pasos que sirvan para que en poco tiempo podamos disfrutar tod@s de un sitio en internet de estas características. Bastaría con una universidad como la uned que prestara sus servidor para estos fines o directamente la autoorganización de l@s estudiantes con el fin de poner el proyecto en marcha. Eso y la participación de la gente es todo lo que se necesita, participación que a menudo es la parte más decepcionante de los proyectos que se hacen desde y con la comunidad, pero que en este caso parece que se puede ser muy optimista y que, aunque sólo sea por el sano y pragmático egoismo del que hablábamos antes, bien pudiera ser que el sitio se pusiera en marcha facilmente con un gran éxito y utilidad para l@s estudiantes.

En las antipodas del aula sin muros, pero buscando igualmente la participación de la comunidad, sin ayudar a crearla, encontrariamos sitios como "el rincón del vago" que simplemente como depositarios de un montón de apuntes organizados sin más criterio que el del título han conseguido un gran éxito. Por eso un lugar en el que se ahondara mucho más en la organización y la calidad de los materiales, y en el que, sobre todo, pudiéramos interactuar con esos materiales de estudio y comunicarnos con los estudiantes de otras universidades, debería tener un éxito mayor y no sólo eso, sobre todo, y esta debe de ser al final su razón de ser, pondría por fin algunas de las bases que ayudaran a generar una comunidad universitaria sin ninguna frontera, que estudiara en un aula común, para siempre sin ningún muro.

Giya, Marzo del 2002.

Para más información puedes leer:

Wikipedia

Gnupedia

Enciclopedia Libre Universal en Español

Sobre el proyecto gnu de recursos de enseñanzas libres

Sobre GNU

Sobre las reglas esenciales de publicación en la Enciclopedia.

Sobre los principios básicos de funcionamiento.

Sobre la libertad en la bibliografía básica de la Uned

Y sobre el uso restrictivo de formatos y software de Microsoft en la Uned, también se puede encontrar aquí.

4 de noviembre de 2006

La Generación en Comunidad. Parte VII.

Parte VII. Estudia en las discotecas y ve a la facultad sólo los días de fiesta.

En internet hay ya construcciones de este tipo que simple y llanamente funcionan. Se trata de los proyectos, Wikipedia, Gnupedia y Enciclopedia.

Los tres proyectos se basan en la conferencia de Richard Stallman, "Enciclopedia Universal y Recursos de enseñanza Libres" que comienza con las siguientes palabras:

[La World Wide Web tiene el potencial de desarrollarse hacia una enciclopedia universal que cubra todas las áreas del conocimiento, y hacia una biblioteca completa de cursos de instrucción. Este resultado se podría obtener sin ningún esfuerzo especial, si nadie interfiere. Pero las corporaciones se están movilizando ahora para dirigir el futuro en otro sentido, un sentido en el que ellos controlan y restringen el acceso a los materiales de aprendizaje, de tal manera que pueden extraer dinero de las personas que quieren aprender.]

"Para asegurarnos que la red se desarrolle hacia el mejor y más natural resultado, en el que esta se convierte en una enciclopedia libre, debemos realizar un esfuerzo consciente para evitar el secuestro deliberado de la información educacional y enciclopédica de la red. No podemos evitar que los negocios restrinjan la información que ellos publican en la red; lo que sí podemos hacer es proveer una alternativa. Debemos lanzar un movimiento para desarrollar una enciclopedia universal libre, de manera similar como el movimiento del software libre nos proveyó del sistema operativo libre GNU/Linux. La enciclopedia libre proveerá una alternativa a aquellas restringidas que serán escritas por las corporaciones."

Lo cual señala dos puntos fundamentales, primero que los recursos educativos están en manos de empresas privadas que compiten en lo que para ellas no es más que un sector económico más y que, como cualquier otra empresa, su fin no es educativo sino lucrativo. Dos, que, aún entendiendo como un efecto colateral que estos recursos de paso "educaran a la gente", y entendiendo educación de aquella manera, tal educación estaría siempre en los parámetros ideológicos del capital y perpetuarían lógicas culturales propias del sistema ultraliberal.

La educación actual ni es participativa, ni es abierta, ni es crítica. Del colegio a la universidad lo que se forman son simplemente empleados, cuadros de un sistema jerárquico, excluyente, injusto, obtuso y resignado. Y aunque nos encontramos entre l@s profesor@s, otr@s, que como nosotres, han sobrevivido a la maquinaria conductista imperante del premio y el castigo, estos se ven en la enorme dificultad de que el propio sistema educativo no les provee de las herramientas para impugnarlo, no porque no quiera, ni pueda, sino porque le es imposible, o sea, no le es. De ese modo, el aprendizaje, hoy por hoy, es superficial y es la mera superficie de nada.

Y sin embargo, proyectos como el de la enciclopedia universal, no sólo son posibles, sino que funcionan, porque los recursos que exigen son únicamente dos, tecnología y personas, y una solo modo de relacionarlos, de manera horizontal, participativa, colaborativa.

Más adelante, esta frase de Richard Stallman es especialmente significativa "Los cursos son una generalización en hipertexto de los libros de texto usados para enseñar un tema, a alguien, o a una clase" Concebir el aprendizaje como un hipertexto me parece fundamental, combatir esa singularización aislacionista con la que se da cuenta de cualquier hecho o circunstancia en la comunicación de cualquier materia, o incluso hasta de las noticias, que proscribe, por tanto, tanto a la consecuencia como a la razón de ser y que por eso mismo restringe sentido e interpretación hasta límites intolerables por el lenguaje, parecería un esfuerzo utópico sino fuera lo que, estructuralmente, hoy vertebra la red. Si la red no es hoy más que superficialmente eso quizás sea por la razón de que texto y textura no son lo mismo y provocativamente diría que existe la posibilidad de que quizás las tecnologías sean ya más libres que nosotres. En cualquier caso ni las posibilidades tecnológicas son hoy verdaderamente aprovechadas por los que pueden o podemos, nosotres habitantes del mundo "civilizado", ni parece que la gente se exprese más libremente. La gente se expresa más, sí, pero se expresan casi siempre lo mismo.

Y cuando decimos "organización horizontal" por favor que nadie entienda "anarquía", hasta haber leído la enciclopedia... Richard Stallman lo deja muy claro:

"La gente a veces sugiere que el "control de calidad" es esencial para una enciclopedia, y pregunta qué clase de "gobierno directivo" decidirá qué artículos aceptará como parte de la enciclopedia libre. La respuesta es "ninguno". No podemos esperar darle a alguien tal control. Si la enciclopedia libre es un éxito, se volverá tan ubicua e importante que nos atrevemos no permitirle a ninguna organización elegir qué hace parte de la enciclopedia. Esta organización tendría demasiado poder; la gente buscaría politizarla o corromperla, y podría triunfar fácilmente. La única solución a ese problema es no tener tal organización, y evitar cualquier idea de centralización de control de calidad. A cambio, deberíamos permitirle al que quiera, decidir. Si una página web trata un tema adecuado, y llena los criterios para un artículo, entonces lo consideramos un artículo. Si una página satisface los criterios para un curso, lo consideramos un curso"

Un punto en concreto queda aún mejor detallado en las propias páginas de la enciclopedia en castellano http://www.forpas.us.es/enciclopedia/cgibin/wiki.pl

Qué es un Wiki:

"Un wiki es una colección de páginas web entrelazadas, cada una de las cuales puede ser visitada y editada por cualquiera. Incluso puedes editar esta página: ¡tan sólo pulsa sobre el enlace "Edita el texto de esta página", debajo! Prueba"

"Este es un sitio web colaborativo, que se expande constantemente a medida que nuevos usuarios añaden páginas sobre sus intereses, comentarios sobre viejas páginas, etc. Así que únete y que te diviertas"

El tema es aplicar esta filosofía wiki al intercambio y discusión de apuntes y trabajos universitarios. Y por supuesto ese site específico estaría interelacionado con las enciclopedias gnu en castellano y otros idiomas, de modo que aquello que se saliera del ámbito de las asignaturas universitarias remitiria a las wiki e incluso al hipertexto en permanente construcción de la world wide web.

Uno puede intelectualizar este proceso antes, durante y después de que se esté realizando, tratar de entender el mecanismo y pensar si es posible o no que logremos generar contenidos educativos en comunidad de una manera libre y horizontal, uno puede incluso ponerse como yo a escribir un artículo de nosecuantas páginas sobre cómo se ubica un proyecto así en una sociedad que precisamente educa a la gente para que cosas como la wiki les sean ajenas y como, a pesar de eso aún existe la posibilidad y las condiciones para la generación de comunidad y para el aula sin muros, uno puede reflexionar un montón sobre todo esto, pero más acá que todo eso en la Wikipedia apelan directamente a que participes, te lo pases bien y punto:

Uno puede intelectualizar este proceso antes, durante y después de que se esté realizando, tratar de entender el mecanismo y pensar si es posible o no que logremos generar contenidos educativos en comunidad de una manera libre y horizontal, uno puede incluso ponerse como yo a escribir un artículo de nosecuantas páginas sobre cómo se ubica un proyecto así en una sociedad que precisamente educa a la gente para que cosas como la wiki les sean ajenas y como, a pesar de eso aún existe la posibilidad y las condiciones para la generación de comunidad y para el aula sin muros, uno puede reflexionar un montón sobre todo esto, pero más acá que todo eso en la Wikipedia apelan directamente a que participes, te lo pases bien y punto:

Existen varios motivos interesantes para involucrarse con este proyecto:

· Es divertido.

· Es sencillo.

· Es social.

· Puede corregir a otras personas inmediatamente sin pedirles permiso!

· Es emocionante. Ha creado literalmente cientos de artículos en su corto periodo de existencia.

· Es interesante compartir su conocimiento con otras personas, particularmente sabiendo que otros pueden editar o reaccionar instantáneamente a lo que usted ha escrito.

· Con la colaboración todos ganamos


Sin embargo se trata de mucho más que simple voluntarismo, e incluso que voluntad y deseo, se trata de:

"Mantener la libertad de contribuir. Mientras la educación se mueve en una línea y es cada vez más comercializada, los profesores están en peligro de perder incluso el derecho de hacer su trabajo libremente disponible al público. Algunas universidades han intentado reclamar propiedad sobre materiales en línea producidos por profesores, para volverlos "material para cursos" comercial con uso restringido. Al mismo tiempo, otras universidades han encomendado sus servicios en línea a corporaciones, algunas de las cuales han reclamado poseer todos los materiales publicados en el sitio web de la universidad. Está en manos de los profesores resistir esta tendencia. Pero hay más de una forma de hacerlo. La base más obvia para la objeción es decir, "yo poseo este trabajo, y yo, no la universidad, tengo el derecho de venderlo a una compañía si yo lo deseo". Pero eso pone a la facultad en el mismo nivel moral de egoísmo de la universidad, así que ningún lado tiene una ventaja moral en el argumento."

"Si, por una parte, los profesores dicen, "Yo quiero poder hacer mi trabajo completo disponible al público sin restricciones", ellos ocupan la posición moral guiadora, a la cual una universidad puede sólo oponerse poniéndose en contra del público, en contra del aprendizaje y en contra del conocimiento."

"Resistir la venta de la universidad no será fácil. Los profesores mejor deben hacer uso de cualquier ventaja que puedan encontrar --especialmente ventajas morales."

"Los otros puntos que ayudarán son que unas pocas universidades prestigiosas probablemente devorarán la mayoría de los negocios comerciales, mientras que otras universidades se evadirán a si mismas al pensar que ellas pueden realmente obtener grandes fondos de venderse, y los negocios tal vez guiarán incluso a las universidades elite fuera de las partes más lucrativas del campo. "

Lo que está bastante claro tras ver como la batalla principal que está librando el capitalismo en los paises "civilizados" es la del control del saber, de los contenidos y del acceso a estos. En el estado español recientemente se han producido tres decisones significativas por parte de l@s emplead@s de las multinacionales en el gobierno: la lssi, la lou y el canón de los cds. Y en absoluto la tercera es anecdótica. Cada una en su ámbito, del más estrictamente particular de la última, al parcial de la primera o el generalizado de la segunda, cada una de ellas restringe de facto o sienta las bases para una restricción total en el futuro del acceso al conocimiento. En el colmo del pesismismo pensamos a veces que cambiar las cosas, transformar la sociedad en la que vivimos de un modo revolucionario y profundamente radical es poco menos que imposible, y quizás no sea tan imposible cuando los grandes poderes económicos proscriben una y otra vez la comunicación, la participación y el libre intercambio, aparentando conjurar un peligro "para tod@s" que no es otro que el control que su discurso, de modo unívoco, ejerce sobre es@s mism@s "tod@s".

Por último, la cuestión de la propiedad del texto y del site queda bastante clara con el uso de la licencia gnu, tanto para el software utilizado como en la propiedad intelectual, no pudiéndose reproducir textos que tengan copright. Sin embargo, queda abierta la cuestión de que puede ser que alguien quiera contribuir con sus apuntes y trabajos al site y sin embargo no desee perder la propiedad intelectual de su trabajo. Me figuro que habrá otras licencias que se podrían aplicar en estos casos. Aún así esa circustancia podría no ser tan problemática, dada la propia naturaleza del trabajo universitario y del aprendizaje durante la carrera; parece dificil, por no decir imposible, que un alumn@ desee restringir el debate y discusión sobre su propia producción intelectual y que no quiera mejorar su aprendizaje si se dan las circustancias para ello. Mientras estudiamos tenemos la ventaja de que todo saber es provisional, de que hay mucho más sentido del que se aprehende, de que es siempre posible comprender más . Es cuando el sujeto queda abducido en los medios de producción alienantes, y en su consumo, cuando el aprendizaje se detiene y el goce se interrumpe para siempre. El individuo nunca deja de saber, pero cuando deja de aprender, ya para siempre sabe lo mismo; eso es un problema, y eso es una dinámica cultural del sistema económico capitalista, que es posible combatir si desplazamos el sentido de saber al de aprender y lo tejemos en la noción de hipertexto del modo en que lo formulan tecnologías como la wiki.

En definitiva, de lo que se trataría unicamente es de aplicar estas tecnologías culturales y estos modelos organizativos a la creación un ámbito universitario real en el ciberespacio. Los sitios, sobre esta base, servirían en esta ocasión para el intercambio libre de apuntes y trabajos de todas las asignaturas, carreras y facultades existentes. Y a su vez se dispondría de espacios, para su comentario, discusión, crítica y mejora, pudiendo hacerse todas las modificaciones y cambios que el estudiante creyera oportuno sin que por ello el original desapareciera.

Además se tendería a una mayor generación de libros de texto y materiales obligatorios en formato electrónico, libres de derechos de autor y sin apenas gastos de edición, que conformarían como mínimo una extensa y bien dotada biblioteca y poco a poco, seguramente, muchos profesores preferirían ver sus trabajos publicados de este modo e inmersos en dinámicas muchísimo más creativas como esta, que hacer pasar a los alumnos por gastos desorbirtados a menudo para comprar libros que fundamentan toda su inmutabilidad en su obligatoriedad.

La filosofía wiki de organización de textos lo que fundamentalemente asegura es que puede haber una total y completa libertad de expresión sin la mínima posibilidad de censura y sin embargo desarrollarse totalmente con pleno respeto por el otro y sin que nadie pueda sentirse molesto, utilizado o manipulado. Es fundamental que toda la interactividad con los apuntes y trabajos se hace sin modificar los originales y que todas las versiones de un mismo texto son igualmente accesibles y tienen las mismas posibilidades de ser leidas, corregidas, trabajadas por el usuario, sin que los cambios afecten al texto original que permanece a disposición de otr@s estudiantes.

3 de noviembre de 2006

La Generación en Comunidad. Parte VI.

Parte VI. Desde que voy a la universidad ya no me queda tiempo para aprender.

La propuesta nos resulta particularmente excitante a l@s alumn@s de la Uned dado que en nuestra universidad no hay clases (¡la universidad sin clases !) sino tutorías. El problema es que la gente que asiste a las tutorías a menudo espera que les den una clase y al final estas terminan por ser ni una cosa ni la otra. El sistema de tutorías podría moverse en los parámetros de un conocimiento dialéctico, sin embargo, por motivos diferentes a los de la clase, queda igualmente abolido como espacio, ya que se plantea como lugar de resolución de la duda particular y en absoluto como tiempo o espacio en el que todo el saber de la asignatura se pone en duda. Hay aulas con muros aún en la Uned, y, por las características de la tutoría, el tipo de muros son de los que rodean cada una de las mesas y sillas, dado que es la duda singular de cada alumn@ la que ha de ser resuelta, prácticamente en particular, por el profesor-tutor.

Además en la uned el recurso complementario de los seminarios se practica poquito. Ni presencialmente, ni a través de la telemática, se da con esa formula que nos serviría para abrir la asignatura.

El tema es que hay muchísimos profesores titulares y catedrátic@s que se limitan a firmar un programa de estudios, a avalar la corrección de los exámenes, y a recibir cuantiosas plusvalías por ningún trabajo en absoluto. En nuestra universidad quienes trabajan son los profesores tutores, los alumn@s y los propios trabajadores y personal administrativo de la universidad, pero en las oscuras cavernas de los departamentos debe de ser que suena casi como una herejía pronunciar las palabras "seminario presencial" y "más de cinco alumn@s juntos" ha de ser una expresión que causa auténtico terror a algun@s, e igual impresión que la luz del día en los ojos del preso.

Lo que acertadamente han dado en llamar "virtual" (virtual, claro, en el sentido real del término) se limita por ahora a unas pocas carreras y basada en decisiones, más que discutibles, intolerables en una universidad pública. La uned está produciendo contenidos en libro electrónico pero a través de un indigno acuerdo con Bill Gates, propietario de Microsoft, de modo que los usuarios de otros sistemas operativos quedan marginados del acceso a esos libros, dado que windows procura que sus formatos no sean compatibles.

Es intolerable que en una universidad pública se tomen decisiones que marginan a una parte de la comunidad de los recursos que pone en marcha el propio centro. Y es así mismo intolerable, que desde la Uned se apoye de ese modo un monopolio brutal, como Microsoft, que constituye hoy día una dictadura de mercado a nivel mundial, máxime cuando las cuantiosas licencias que cobra Microsoft por sus sistemas operativos salen del dinero de tod@s y tod@s, de las matrículas y de los impuestos. Simplemente ni la Uned, ni cualquier otra universidad, ni la empresa pública, ni la administración del estado, tienen derecho a regalarle treinta mil pesetas al año por puesto de trabajo y pc, o sea cientos de millones de euros, a una multinacional que no es que venda un producto, sino que controla absolutamente el mercado y por ende las comunicaciones a nivel planetario. Hay otras opciones, hay otros sistemas operativos, gratuitos incluso, que han sido perfeccionados y mejorados con la ayuda y la participación de más gente de la que Microsoft podrá dar jamás trabajo. Así que no se trata solamente de la desvergüenza de que desde la universidad pública se virtualicen unos contenidos en un formato incompatible con el de muchos usuari@s, sino de que tiran nuestro dinero pagándole a un monopolio que no sólo es intolerable desde el punto de vista de lo radicalmente democrático, sino también desde las ópticas de los "liberales" o de los defensores de la ley del mercado.

Este tipo de decisiones se producen creo que no por un desprecio directo de los profesores administradores a l@s alumn@s, sino simple y llanamente porque en la Uned han confundido "a distancia" con "distante" y han sido absolutamente incapaces de generar una comunidad universitaria en los centros. Es más, dado lo discutible de muchas de las decisiones que toman los directivos de esta "empresa", que lo es de facto según la lou, pueden parecer particularmente interesados en que tal comunidad no se forme nunca y se les permita seguir tomando decisiones arbitrarias sin más refrendo que el de los órganos de gobierno que no gozan ni del más mínimo conocimiento por parte del alumnado, ni de demasiada legitimidad democrática dados los índices de participación en los "plebiscitos" "celebrados". En cualquier caso se trata de órganos jerarquizados y propios de un derecho, que aunque parcialmente garantista, deciden en función de su autoridad, y por lo tanto son aún más que incompatibles, ajenos a la creación y a la vida de las comunidades.

Pensar en términos de comunidad significa actuar en base a criterios que no dejen a nadie fuera de los recursos, y previo a esto incluso, en la Uned, poner en marcha esos mismos recursos, que hoy por hoy prácticamente no existen a pesar de todo el bombo y platillo que le han dado a la universidad "virtual". Quien debe de poner en marcha esos recursos somos nosotres les alumnes y quien debe de participar de esa comunidad y, por tanto crearla permanentemente, somos les alumnes más l@s profesores que tengan algo nuevo que enseñar y que se hayan dado cuenta de que nada nuevo van a aprender mientras la educación siga exclusivamente organizada entre muros huecos y puertas cerradas.

Mírenlo en el diccionario, realmente sí, ustedes están virtualizando esta universidad hasta el punto de perder todo contacto con la realidad del alumnado, de las transformaciones sociales y de los medios para hacer del conocimiento un todo más libre, justo y realmente democrático.

2 de noviembre de 2006

La Generación en Comunidad. Parte V.

Parte V. Siempre que me acerco a un profesor lo veo como a un funcionario que está al otro lado de una ventanilla.

Hoy existe una posibilidad real de que l@s estudiantes autoorganicemos un aula sin muros. Se trata de compartir nuestras lecturas, nuestros apuntes universitarios, los trabajos de las asignaturas y nuestra capacidad crítica y constructiva para poder crear fácilmente una comunidad universitaria que realmente, y no sólo virtualmente, rompa las fronteras culturales, rectorales, claustrales, decanacales, nacionales e incluso las lingüísticas.

El Poder, esa cosa que hasta ahora hay que escribir con mayúscula, se esfuerza en presentar las nuevas tecnologías como un medio, casi estructural, capaz de romper todas esas barreras e incluso cuantas otras, paradójicamente, el mismo Poder crea y refuerza cada día . Sin embargo, en el ámbito universitario, la información, la comunicación y la puesta en común de recursos y esfuerzos sólo funciona a ciertos niveles, e incluso en esos niveles, parece que pobremente. De toda la comunidad universitaria sólo una parte, la de los profesoresadministrativos, resulta que participan en el diálogo y la comunicación entre las distintas universidades y a un nivel, digamos, más empresarial o promocional que otra cosa. En menor medida los profesores de a pié, los de la pizarra, tienen, en ocasiones, la oportunidad de cruzar hacia fuera los muros del campus, y nada en absoluto ni trabajadores ni alumnos, más allá de unas cuentas becas o de, irónicamente, la recientemente impuesta movilidad geográfica.

La comunicación entre universidades tiene hoy un código y una ley empresarial. Y lo peor es que vamos hacia modelos comunicativos entre l@s alumn@s igualmente salidos de lo peor de la ética de relaciones en el seno del capitalismo. En muchas universidades, precisamente en aquellas que sirven de "modelo", del "mundo desarrollado", l@s alumn@s se ven como competidores, como rivales, como depositorios curriculares en una carrera, esas sí, que empieza el primer día del primer año que ingresan en la universidad. Y hasta esa linea de salida llegan corriendo de un maratón que quizás empieza en la infancia, si es que en modelos educativos de ese tenor se podría llegar a tener infancia alguna vez.

Más allá de todas y cada una de las disposiciones que la lou ejecuta, más allá y más acá de uno a uno los artículos que impone, la lou establece un habitat ideológico que cambiará, a peor, la forma de ser, y eso es lo verdaderamente importante, de la gente que esté en la universidad dentro de cinco, de diez, de veinte años si no lo remediamos.

Una empresa moderna es un clima, cada vez menos un microclima, que moldea a la gente hasta convertirla, digámoslo claramente, en una hija de la gran puta. Del tonto útil al autentico cabrón se establece el escalafón de los puestos de auténtica responsabilidad en cualquier empresa "competitiva", "moderna", "dinámica"... Y eso en la universidad, y por lo tanto desde ya el colegio, significa, ni más ni menos, la destrucción de todo lo que, en lo humano, no es mercado.

Lo que el ministerio entiende por comunidad es, más o menos, la feria del curriculum vitae que cada año montan. Lo que explican que es colaboración interdisciplinar suele tener que ver con que por cuatro duros los mecenas de la universidad, la empresa privada, se queden con las patentes, investigaciones y descubrimientos hechas por la mano de obra barata de becarios y profesores. Lo que el gobierno entiende por signo de los tiempos no es más que la cruz de la moneda.

Y todo esto, toda esta inmensa confluencia de intereses ideológicos, empresariales, religiosos, se puede romper si desde el alumnado entendemos que es posible generar comunidades amplias, horizontales, radicalmente democráticas, y que lejos de ser una utopia nos van a servir para, lo que seguro que a todo el mundo le interesa, aprobar las asignaturas. Dos, aprender, que no es lo mismo. Tres, divertirse, que no tiene nada que ver con irse a las ocho de la mañana a clase.

Las utopías siguen siendo utopías porque las basamos únicamente en nuestra voluntad y deseo, lo que no es poco, pero no parece que sea suficiente. A veces, aún siendo siempre laicas, inmersas en estructuras de tipo religioso que prometen que esa sociedad libre y revolucionaria, no siendo aún hoy, será mañana. Y siempre sobre la base de una comunidad y una sociedad que está claro no es la que ahora existe. Sin embargo esta misma sociedad, por mucho que no nos satisfaga en tantos ámbitos, es capaz de construir aún espacios sin muros entre gentes diversas. Y por encima del muro que a veces también separa a l@s que creemos en utopías de l@s que no contemplan otra utopía que esta, tan posible o imposible como inmutable, entre un@s y otr@s tenemos la capacidad de generar un espacio común, de verdadera comunidad, a base de voluntad, deseo y un sano egoísmo para los que se ven más pragmáticos.

Porque una modalidad de ejercicio de ese pragmático y sano egoísmo está en que le será a todo el mundo objetivamente positivo que su aprendizaje, estudios y notas mejorarían si tuviese y compartiera el acceso a unos materiales de estudio más plurales, con mayor diversidad, pero también mejor organizados y con mayor criterio, y además con la oportunidad en todo momento de comunicar posturas, experiencias, lecturas, modos de ver, sentir, pensar e interpretar las materias.

Esta es la propuesta, la generación en comunidad de un aula sin muros.

1 de noviembre de 2006

La Generación en Comunidad. Parte IV.

Parte IV. Hay a quien le gusta charlar en aulas vacías, en las que no hay nada ni nadie.

Siempre me gustó más ir al cine que estudiar. Hay por ahí una peli en la que un alumno sale precipitadamente de un aula dejando sobre la mesa un magnetofón. La acción está localizada en una prestigiosa universidad americana. El objetivo se va abriendo poco a poco y vemos que sobre todas las demás mesas se encuentran idénticos magnetofones y encima de la mesa del profesor hay un cassette gigante que dicta la clase. El aula, claro, está completamente vacía.

En Alphaville una voz que Godard quiso que fuera la de la Roland Barthes, pero que Barthes no prestó, lee un texto fragmentado que discute formalmente el estatuto del consciente o el inconsciente colectivo del que tanto se habla oponiendo a ello el relato de una conciencia de la acción, si lo pensamos como cine, o la conciencia de una ideología social, una cultura o un marco de actividad general de todos los seres, si lo percibimos como relato.

En Annie Hall, Woody Allen pidió en la realidad y en la película a Barthes que desautorizara al plasta de profesor de la universidad de Columbia que se encuentra junto a él en la cola del cine. Barthes de nuevo tampoco quiso participar en la película ajena ni siquiera para desautorizar a quien dice que dice que ha dicho. Quizás a Barthes no le importase que el mercader intermediario, en este caso representado por un docto de Columbia, parasitara el sentido de lo escrito con el único propósito de ligarse una chica. Supongo que a Barthes tampoco le importaba que alguien forjara una interpretación de una teoría sin ni siquiera haberla leído, y que los supuestos transmisores de esta teoría la utilizaran, manipularan y parasitaran con el único fin de obtener poder a través del reconocimiento acerca de su "actividad" y del rédito de ser detentadores del depósito de un supuesto saber, que en el mejor de los casos sería un saber otro, no el saber de Barthes, en este caso.

Sin embargo del participante en un libro colectivo del que tomo el subtítulo de este texto, el aula sin muros, y el forjador de una teoría un poquito esquemática, sí accedió a decir aquello que Barthes no dijo: McLuhan se acerca al profesor de Columbia y le dice simple y llanamente que no tiene ni idea de lo que él dice, que jamás le ha escuchado ni le ha leído ni una sola de sus palabras, y que le parece una vergüenza que enseñe eso a sus alumnos de la universidad de Columbia. La escena, sin embargo, se sucede ante la sordera de la compañeras de Allen y el profesor. El mercader queda desautorizado in situ por el verdadero autor, pero el resto de la gente sigue sorda y ciega en la cola del espectáculo esperando la película. Allen, eso sí, le da las gracias a McLuhan y el mercader tiene que callarse y dejarles un poquito en paz mientras esperan.

Cada vez que veo esa escena de Annie Hall recuerdo a Barthes, no queriendo formar parte del sketch, pase lo que pase. Seguramente a esas mismas horas en que se rodaba la escena estaba dando un seminario en la Ecole Normal de París, el centro intelectual más importante del mundo y de libre y gratuito acceso para tod@s.

Y sin embargo me hubiera gustado tantas veces pedirle a McLuhan que volviera a salir a cantarle las cuarenta al listo del docto .Y además me encanta ver el cine de Woody Allen, a veces tanto como leer a Barthes.

31 de octubre de 2006

La Generación en Comunidad. Parte III.

Parte III . Sólo ligo con la chica o el chico que me presta los apuntes.

Dicho esto, hay casi un modo de romper definitivamente con este sistema viciado de los derechos de autor en la universidad. Fotocopiar un libro es caro, sobre todo si se trata de muchas páginas, y además es ilegal en tanto sea difilcimente demostrable que lo que esos profesores mediocres crean no es creación sino copia, pero publicar e intercambiar tus apuntes en internet no es sólo legal, sino barato y enriquecedor intelectualmente. Leer y comentar los de otros compañeros en otras universidades y facultades es creativo, si lo que te gusta es aprender. Tener acceso a los puntos de vista y a los materiales de estudio de otras personas, en otros lugares, pero acerca de las mismas asignaturas sobre las que tendrás exámenes en tu curso puede suponer que en gran medida el sistema educacional jerárquico tenga que cambiar sus normas y hacerse más horizontal y creativo y comience, realmente, a plantearse como un proceso que debe de ser antiautoritario. Si además tienes la oportunidad de discutir esos apuntes con otros compañeros, de modificar, editar y enriquecer los apuntes y los trabajos de otros y que estos a la vez puedan actuar sobre los tuyos, sobre tus propios materiales de estudio, lo que se estará generando es una comunidad intelectual con un interés y una referencialidad clara: aprender y formarse crítica e integralmente, y en el marco de una exigencia que, aunque es impuesta, aceptamos al matricularnos: estudiamos para aprender, el producto formal de ese aprendizaje es un título y la consecuencia es que si sabes, y te gusta, debieras poder desarrollar tu trabajo en la sociedad en el campo que has estudiado, en lo que te gusta aprender y en lo que te estás formando.

Romper con el sistema jerárquico universitario convirtiendo el material de estudio en un objeto horizontal y dialéctico. Hacer en el ciberespacio eso que las clases no pueden ya ser, una situación en la que lo escrito, su sentido y su intercambio sean accesible por tod@s, modificable, interactuable, transformable, vivo.

30 de octubre de 2006

La Generación en Comunidad. Parte II.

Parte II. El programa de estudios es una especie de spot que te vende algo.

Una modalidad actual del apunte es la del texto pecuniario del profesor. Ya que la clase no existe, y l@s alumn@s tampoco, el "profesor" (vamos a llamarle profesor por no llamar a nada ni a nadie de ningún modo) decide suspender las sesiones de taquigrafía, desembarazarse de la molesta obligación formal de la universidad y directamente reproducir la copia del saber aprobable en el formato "libro". La universidad ha engendrado una caterva de intelectuales mediocres que bajo la excusa de la pedagogía intermedian entre las verdaderas fuentes del saber (el texto original creado por el autor) y aquel que debería de aprender sintiendo, interpretando y pensando, otrora, en un pasado idílico que quizás sólo existió una vez en la grecia clásica, el alumno. La industria editorial de la mediocridad universitaria produce ("produce" otra vez por no llamar de ningún modo a nada) cada año un sinfín de "libros" dedicados exclusivamente a que unos "profesores" parasiten saberes que desean ajenos, los copien, los mediaticen y obtengan una plusvalía firmando como autores de textos que no se diferenciarían mucho de la copia que sus "alumnos" harían de la transmisión oral de esa información (mejor llamarla información ya que no le quedan fuerzas a la palabra para llamarla saber).

Estos textos genuina y constitutivamente bibliográficos, de características parecidas al pié de página de una página no escrita, fluyen como obligatorios en las clases y cursos, y son incluso protegidos por supuestas leyes de autor que impiden que sean fotocopiados. En el colmo de la desvergüenza muchos no tienen ni siquiera un libre acceso a través de librerías y no son distribuidos más que por mano del profesor que prefiere obtener el cien por cien del beneficio mal autoeditando el texto y en ocasiones ni eso: doscientos folios fotocopiados en una carpeta y tres mil pesetas en el despacho del catedrático seguro que no le son extraños a muchos.

Los textos obligatorios en la universidad tienen a menudo la semilla de una corrupción intelectual y económica miserable. Catedráticos, departamentos, profesores, claustros reciben constantemente invitaciones y visitas de comerciales de las editoriales punteras con el fin de que sus libros entren en el programa del curso y sean de compra obligatoria a precios escandalosos e intolerables. Catedráticos y profesores titulares son sistemáticamente convencidos por esas mismas editoriales para publicar ese tipo de libros indignos intelectualmente que se limitan a copiar lo que otros autores dicen, a dar interpretación sin más referencia con el original que la bibliografía o un párrafo desgajado de su contexto. Y esos catedráticos y esos profesores además reciben adelantos por parte de las editoriales que no recibirían jamás de publicar sus textos al margen del programa del curso y de no estar vinculados al negocio universitario. Y todo esto en base a que instaurar un texto como obligatorio en una asignatura de una facultad asegura unas ventas regulares y cuantiosas y que dependiendo de la influencia y de los contactos del profesor producirá un intercambio con sus colegas o mejor dicho, para el caso, socios, consistente en incluir entre los libros obligatorios y los recomendados varias de estas mercancías con derechos de autor.

Y por si fuera poco cuando el mercader universitario recibe un adelanto cuantioso de algunas decenas de miles de euros el "libro" habrá de ser reeditado e impreso una vez tras otra hasta que la "editorial" recupere lo invertido en la compra del profesor y obtenga además cuantiosos beneficios de la venta de la, vamos a llamarla definitivamente así, fotocopia. De ahí la pervivencia de textos desfasados, muy coyunturales, que sin embargo en opinión del mercader "conservan aún lo fundamental", y la escandalosa falta de pluralidad intelectual a la que nos acostumbra que el mismo texto sea común en multitud de universidades.

Y hablábamos de la universidad, pero el negocio empieza desde pequeños cuando de un año para otro los libros "no valen", "ya no son los mismos", y se obliga a padres y alumnos a comprar textos idénticos, de nuevo sólo editados de diferente manera. Y esto se debe a la visita de esas editoriales, a que cambiar de libros supone una oferta mejor de otra editorial o distribuidora y a que el mercaderprofesor recibe regalos y dinero a cambio de estas "decisiones pedagógicas". En los centros privados el dinero, en negro, va directamente a los accionistas del "sector educativo", pero en los colegios e institutos el dinero y los regalos van directamente a los bolsillos del profesor, que ya cobra un sueldo de los impuestos de tod@s, e igual ocurre en las universidades. Corrupción esta comparable con las visitas, regalos, premios y cheques que reciben los médicos de parte de los laboratorios con el fin de que receten sistemáticamente determinado producto. En cualquier caso en el sector educativo se obtienen mucho menores beneficios con lo que casi sería cuestión de recomendarle a los profesores aficionados a esta práctica que abandonen la universidad y se dediquen al negocio de la salud, con ello quizás no mejoren la de nadie, la salud, pero quizás sí la universidad, la pública, la de tod@s.

29 de octubre de 2006

La Generación en Comunidad. Parte I.

La Generación en Comunidad: Hacia el aula sin Muros, por Giya. Texto con Licencia GNU/GFDL y sin secciones invariantes.

Parte I. Si paso por un campus me siento rodeado como en la invasión de los ultracuerpos.

A menudo l@s estudiantes nos pedimos apuntes. Está quien pide constantemente apuntes y quien siempre los presta; si sólo fuera eso sería improductivo . Hay quien dice que los estudiantes se dividen fundamentalmente en dos clases: los que copian lo que dice el profesor y los que fotocopian lo que otro dice que ha copiado de lo que dice que dice el profesor. Así que, esencialmente, habría una especie de jerarquía en la que en la cúspide están el profe y un "Libro", aparentemente no interpretable y pleno (fantásticamente) de mensajes unívocos, y en la base se encuentra el estudiante desengañado que se abstiene de asistir a las sesiones taquigráficas (también llamadas "clases") y busca únicamente una transcripción válida de ese "saber" que reproducida en el espacio en blanco del examen permita un texto mellizo del unívoco que la cúspide de la jerarquía aprueba; o sea, este sistema de copias y fotocopias que practicamos en la universidad es empobrecedor y piramidalmente parasitario: en el fondo tanto profesores, como alumn@s taquígrafos, como alumn@s "ágrafos", tod@s parasitamos un saber de un saber que no existe: no hay saber unívoco.

Tras haber conseguido el texto sacro, el apunte, (sacro no es el libro, puesto que es interpretable y por lo tanto bastante lejano del propósito del examen, por tanto ajeno al fin de la actual universidad) se pone en marcha todo un proceso que depauperiza determinantemente el medio universitario y el sistema educativo más de lo que cualquier lou o gobierno podría conseguirlo nunca. El proceso consiste en que el saber deja de ser dialéctico, si es que alguna vez hubo la posibilidad de que así fuera. El espacio del aula quizás pudiera responder a la interpelación de lugar de intercambio, lugar de crítica, momento de debatir un saber, antes de que sea definitivamente dado por sabido. Sin embargo el espacio del aula queda definitivamente abolido porque en su lugar se da la clase, la clase como repetición sistemática e independiente de qué o quienes se encuentran allí. Diferentes personas se encontrarán en una clase cada año, incluso se encontrarán diferentes cada día y sin embargo el profesor repetirá año tras año un discurso gemelo de él, en el que, aún cambiando los matices, el propósito esencial es proponer a los alumnos como idénticos y hacerlos objeto de un saber que igualmente otorgue a todos, a la postre, parecida identidad.

La universidad tiene tres problemas muy importantes: l@s profesores, les alumnes y las clases; los que debieran ser sujetos y medio de solución. Pero ni profesores ni alumnes son sujetos, ya que toda la función universitaria que desarrollan pasa por ser precisamente objetos receptores de un determinado saber a ser posible idéntico. Y la clase es precisamente un problema porque, en lugar de ser un espacio, se convierte meramente en un medio que intermedia entre la reproducción del saber por parte del profesor y la reproducción de ese saber en los alumn@s. A saber, la universidad ya no produce más que a nivel muy particular: una salida profesional y por tanto una mejor calidad de vida para el alumno y para el profesor, pero en absoluto la universidad produce hoy sociedad: donde habría de haber ciudadanas y ciudadanos la cadena de montaje universitaria manufactura empleados, y donde se debería de tratar al conocimiento se otorga una enseñanza. Así, cuanto más idéntica/o es la/el alumna/o a lo que se sabe mayor aprobación obtiene de sus iguales, veremos ahora cuales. Sea, que si sabe lo poco que al final ha de saberse (lo poco que cabe en un examen) y sabe todo y completamente ese poco, obtendrá la mayor aprobación del mayor igual: en este caso el del profesor; saber da lo mismo.