La Izquierda del Siglo XXI. La Izquierda Libertaria.

11 de noviembre de 2006

La Red Hipercontextual. Parte VI.

Parte VI. Entender lo que no vemos.

Veremos entonces esa revolución donde cualquier creación personal será, de hecho, colectiva. También porque la diferencia entre creer y crear -es sólo de una A- es la diferencia entre informarse y aprender: se cree a través de una imposición repetitiva de cierta información y se crea, sencillamente, aprendiendo.

Es la importancia de luchar porque la materia del aprendizaje tenga una licencia gnu para que el sistema educativo y su re-reproducción melliza en un contexto de globalización cultural no haga de su discurso un mass-media. Como en el film de Howard Hawks la vertiente "educativa" -informativa- del pensamiento único es *producción para el uso*. Aprender meramente "lo práctico" y pretender que sólo lo que es inmediatamente práctico es útil a la sociedad, y por lo tanto serviría de progreso a esta, es forzar una paradoja sustancialmente recuperable por el sistema como lo son las huelgas a la japonesa. La no practicidad real de ese tipo de acciones está determinada primero porque la producción es la producción de lo que el sistema quiere que se produzca y porque está sujeta a coyunturas y no, en fin, a la situación real de fondo. La marginación sistemática de la filosofía, la mediocridad rampante en todos los ámbitos donde los sujetos alienados ante la creación sólo saben creer o no creer, y no crear, la homogeneización de cada fragmento discursivo hasta hacerlo fácilmente trasladable a cualquier otro de los medios reproductores de masas. La educación convertida en ese mass media le es útil al pensamiento único, cada universidad, cada instituto, cada colegio del mundo global producen para que el sistema cultural, social y económico injustos continúen su reproducción no de conocimiento sino de una información homologable, sin densidad, asimilable, digerible.

Sin urgencia, ya casi todos vamos naciendo después de que se inventara el televisor. Pero no como reacción sino porque el verdadero progreso está de este lado y no de ese, la cultura, la propia naturaleza de una comunidad humana crean herramientas culturales para que se conserve lo posible del ser y del estar. Nada más humano, más culturalmente radical, que una comunidad semántica, y nada más realmente que su articulación en lo humano como humanidad a través de ese progresivo que son los hipercontextos semánticos, en los que la comunicación se construye a través del proceso del aprendizaje, no del mecanismo de la información. Sin redundar: hay comunidad donde existe comunicación, hay comunicación donde hay sentido y más sentido donde hay sentido a cada sema, a cada miembro de la comunidad: quizás las personas se entiendan entonces más justa y más libremente, en cualquier caso lo posible.