La Izquierda del Siglo XXI. La Izquierda Libertaria.

6 de noviembre de 2006

La Red Hipercontextual. Parte I.

La Red Hipercontextual. Contextos Progresivos en la Net Semántica, por Giya. Texto con Licencia GNU/GFDL y sin secciones invariantes.

Parte I. A los que leen para informarse.

A medida que la realidad se retira del mundo la información copa los espacios vacíos. La información, aquello que queda en el lugar de lo que durante siglos se nombró más prudentemente como "conocimiento" hace, para la mirada, inteligible el mundo, pero ¿qué mundo? la realidad se retira de la playa como un mar que se secó; así: ¿porqué nos miramos directamente del mundo a los ojos en los espacios, precisamente, donde no tenemos ninguna información...

Una teoría radical sobre la info quizás nos diría que la realidad no ha cambiado un ápice en todos estos siglos, cientos. Substancialmente la misma explotación del hombre por el hombre, las mismas estructuras jerárquicas producidas y producidas, idénticas preguntas para el ser humano cuyas respuestas en realidad terminaron por ser almacenadas no junto a las preguntas, ni afortunadamente en lugar de ellas, sino lejos, durante un tiempo como información, a veces como conocimiento, o su hueco, la falta de el.

El proceso culminó en el siglo XX, dándose un cambio de era del que nos encontramos ahora en su principio. Durante la antigüedad, o sea todo lo anterior a la bomba atómica, las preguntas sobre la realidad no encontraban respuesta definitiva y eran siempre las mismas, formuladas de diferentes modos, tratando de producir respuestas distintas que a su vez produjeran una grieta en ese sistema finito que es una lengua. Tal método de funcionamiento filosófico y tecnológico era, en el fondo, profundamente positivo ya que en su propia imposibilidad se encontraba el germen de un motor creativo a todos los niveles, desde el arte, hasta el arte de construir casas, entre ellas, puentes. Pero en el siglo XX la semilla, el árbol, ilustrado, produce unos frutos seguramente indeseados y la gente deja de hacerse preguntas sobre la realidad para pasar a hacérselas sobre la información. Sobre la base de la información, y no sobre la base de lo real, las preguntas sí tienen una respuesta que hace desaparecer la pregunta y ocupa a la vez su lugar. Ahora hay quien se mira, muchos, casi todos, no contra la hidra, sino contra el phantome de la humanidad que se mira al espejo y ve una hidra: en la caverna, el fuego, aquel que no iluminaba nada, servía para que pudieran mirarse solos sólo a las sombras.

La consolidación de ese mecanismo es internet. Una construcción paralela al mundo, idéntica, aunque reducida a un número de elementos mucho menor para hacerla inteligible: la parte de lo mismo que es todo. No irreal y no falsa. La evacuación del mundo, al completo, de una tacada, a la información. La intención de ese proceso es que ni siquiera en el futuro sino ya, en el presente de veinte, diez, un año, la realidad sea mimética al universo informacional. Lo real, ya lo es, pero lo real tendrá apenas un estatuto de fundamento de la información, no al revés, ni serán iguales.

La información no puede ser más que lo real, no debiera querer ser ni lo real ni otra cosa que lo real, y no es en realidad sino mucho más y ese es uno de los problemas a\de los que nos enfrentamos.

Luego ese proceso en marcha es profundamente peligroso, pues es una reinvolución, la informacional, que grita sin voz y sin gesto; que deja las cosas "como la gente cree que están". Una negación, que será real, o sea que incluso dejará de negarse, de los espacios que genera la subjetividad, y, simultaneamente, un mundo en el que lo aparente dejará de ser la mera superficie de nada, puesto que no encontraremos superficie de otra cosa. Que el sujeto no sea capaz de diferenciar la realidad de la información supone el enterramiento del significado de la palabra humanidad, tantas veces víctima en los comportamientos gregarios, pero que la información quede donde la realidad se retira, convierte al mundo, y al ser humano, en un mero ejercicio de binarios al modo de matrix, si no -no- enteramente.

Antiguamente la información, el conocimiento, partía de la realidad, luego tomaba un camino muy distinto, tanto que la realidad quedaba a salvo puesto que la información la hacía irreconocible. Un arte que fuera útil por igual al que lo produce que al que le es producido, una artesanía. Hoy sin embargo, ni siquiera mañana, el Poder intenta que sólo exista lo que se sabe y, lo que es peor, que cada cosa que se sepa, o crea saberse, quede en el mismo lugar de otra cosa que se sabía antes. Esa lógica es la del progreso científico contemporáneo. Sólo se sabe lo que no tiene después, lo que "hasta aquí hemos llegado". Cuando la realidad, que no se sabe dónde está, pero que preexiste a todo el constructo cientifista, contradice ese saber, la información no se inmuta y sólo se da por sabida si hay un saber nuevo que ocupe el lugar del anterior. Es la lógica de "no se abandona una teoría hasta que hay otra mejor". En ningún momento el progreso pasa por saber que no se sabe, ni por saber que algo no es, aún no sabiendo qué es exactamente. El problema es que ese saber que no se sabía, esa especie de consciencia de los límites de la información, su irrealidad, y el consiguiente asombro ante lo real ante "aquello para lo que no se tenía información previa" eran el motor del aprendizaje. Antes se creaba saber, se creaba más realidad en lo real, hoy simplemente se edifica más información y la información, como todos sabemos, no puede aprenderse, tan sólo saberse.

Todo esto no es sino parte del panorama potencial. Hay otras potencialidades y algunas muy positivas que veremos a continuación. El problema es que unas y otras observan una progresión geométrica, y que tanto la realidad como la información progresen más rápidamente que el ser humano, es el fundamento de que el ser humano esté perdiendo la noción de la primera como ya pasó con la segunda.