La Izquierda del Siglo XXI. La Izquierda Libertaria.

5 de octubre de 2006

Tres Puntos de Vista para Mirar hacia Delante en la Izquierda

1) Nombrar las iniciativas electorales con un significado que transcienda el espacio que lo poco, o lo muy poco, que los medios de comunicación de masas conceden a las organizaciones de Izquierda. Así hay que volver a buscar nombres para nombrar La Izquierda. En España, por ejemplo, el nombre Izquierda Unida no funciona. Mucho trabajo hizo Felipe González, y sus empleados, para que el país rimara con Izquierda Hundida. Izquierda Verde, parece condenada a una minoría que debería de ser inmensa, pero en una democracia donde parece que a la sociedad aún no le ha llegado el momento de serenidad como para que los ciudadanos se miren en el medio ambiente como un espejo de su personalidad política. Si la naturaleza se cuida es signo de que también se cuida la naturaleza de las personas y de que el país, progresa, avanza. Si no, tantos titulares en los telediarios intervienen en el voto de las personas que es difícil que no crean que su único espejo no es otro que el televisor. Así las cosas, a la manera de nombrar a la Izquierda que siempre vi con más fuerza, era la de Izquierda Alternativa.

Izquierda Alternativa, era otro partido, una coalición extraparlamentaria que al fin termino integrándose en Izquierda Unida, pero la fuerza de su nombre daba vigor, Izquierda Alternativa era el sello con que poseer una energía a la hora de que una voz verdaderamente de izquierdas hablara en el parlamento.

Como a las cosas las llamamos por un nombre hay que seguir buscando un conjunto sólido de letras para la Izquierda. A mi se me ocurren dos: Coalición Republicana, nombre ya ensayado por dos ex-socios de Izquierda Unida, el PASOC e Izquierda Republicana, o Izquierda Libertaria, un nombre que uniría quizás a todos, menos a los que tienen un pasado pro-soviético, y que unciría de sofisticación, y de tradición ética, a una Izquierda que merece más escaños por sus votos y más votos por la labor de estos escaños.

2) Pedir perdón por los crímenes como se le exige a la derecha y a la Iglesia Católica que lo hagan. Tener esa altura ética, sentir que el sacrificio de una generación en la guerra civil es un patrimonio ético, pero un patrimonio que hay que defender con más justicia que decir que también hubo errores. Ni el Partido Comunista, ni gran parte del Partido Socialista, eran partidos que lucharan por la Democracia, ni las masas quemando Iglesias eran "el pueblo". Eran chusma. Y hay que reconocer que las mismas bajas pasiones que en otros paises removía la extrema derecha aquí las removían ciertos anarquistas, ciertos socialistas y ciertos comunistas. No es darse en el pecho, ni fustigarse, es que hay que tener mucha coherencia y mucha dignidad para defender algunas cosas y ésta sólo se adquiere luchando también contra los que desde dentro de la Izquierda buscan la chusma y la taberna. Ni una Izquierda de café, ni una Izquierda de fonda. Una Izquierda del Siglo XXI, una Izquierda que no va tras, sino después, del Siglo XX.

3) Abandonar el "Mercado de las Proposiciones" y crear el Ágora de las Ideas. Los medios de comunicación de masas son cada vez más conscientes de una naturaleza de la impronta en la que la elaboración de las ideas no es desbrozada. Hay huecos, pero ¿ante qué sirven? ¿qué mensaje substancial de izquierdas se puede escuchar si no es en Internet? ¿Dónde está la Inteligencia? Pues también debería de estar en las calles y no ser sólo parte de una realidad que para la Izquierda no ha de ser virtual, al revés que a los gobiernos para los cuales la realidad son los medios de comunicación y la virtualización lo que queda al otro lado de los cristales de los coches oficiales. Llevar las bibliotecas a los parques, hacer foros en los paseos.

Así una organización solo se construye porque hay militantes. Ese es el mejor después del Siglo XX. La tradición de que la calle es el espacio de la militancia y del militante. El hábitat natural de la política es el ágora, y la política debe de volver a celebrarse en las plazas y en las avenidas en vez de en los campos de fútbol. ¿Cómo volver a poner carteles que no pidan el voto? ¿Qué decir en esos carteles? ¿Cómo encontrar las palabras que forjan ciudadanos y no votos simples? Esa es la labor de una organización de Izquierdas, no ser una organización de masas, sino una organización de personas que militan en las ideas. Así empieza todo, así se puede llegar a un punto a partir del cual no haya retorno, en el que la revolución nunca deje de ser permanente. Todo cambia, menos que debe de haber una revolución siempre en marcha.

Izquierda Unida, Izquierda Verde, Izquierda Republicana, Izquierda Alternativa, Izquierda Libertaria. Sofisticación, Ética: Ágora. No ir tras, sino después, del Siglo XX. Que la democracia funcione para que la revolución pueda ponerse siempre en marcha.